El gigante ruso Gazprom informó el lunes que reducirá las entregas diarias de gas por el gasoducto Nord Stream a 33 millones de m3 a partir del miércoles por la necesidad de mantenimiento de una turbina.
“La capacidad productiva de la estación de compresión de Portovaya pasará a 33 millones de m3 el 27 de julio a las 07H00″ (04H00 GMT), indicó Gazprom en Telegram, lo que supone alrededor del 20% de la capacidad del gasoducto.
Actualmente Rusia suministra solo el 40 % de las normas habituales de gas debido a que espera la devolución de una de sus turbinas Siemens, que estuvo bloqueada en Canadá debido a las sanciones por la invasión militar rusa en Ucrania.
Posteriormente, Canadá permitió que la turbina para una estación compresora en el extremo ruso del oleoducto fuera entregada a Alemania. Ahí es donde el gobierno alemán dijo que estaba la semana pasada.
Su regreso a Rusia se ha convertido en una saga prolongada, lo que subraya las tensiones sobre la guerra y plantea la posibilidad de que fluya aún menos gas a través del oleoducto bajo el Mar Báltico hacia Alemania. El gas se usa para mantener la industria en funcionamiento, generar electricidad y calentar los hogares en el invierno, y aumentan las preocupaciones sobre una posible recesión si Europa no ahorra suficiente gas y se requiere racionamiento para pasar los meses fríos.
El proceso se ha visto dificultado debido a las exigencias de Gazprom, que afirma que la documentación entregada por Canadá y Alemania no elimina los riesgos vinculados a las sanciones y “generan preguntas adicionales”, en particular, los relacionados con la reparación futura de otras turbinas.
Alemania ha rechazado la explicación técnica de Gazprom para la reducción del gas, diciendo repetidamente que fue solo un pretexto para la decisión política del Kremlin de sembrar incertidumbre y aumentar aún más los precios de la energía. Ha dicho que la turbina era un reemplazo que se suponía que solo se instalaría en septiembre.
Este lunes, Alemania reiteró que no hay “ninguna razón técnica” para el corte de suministro.
A mediados de junio, Gazprom redujo al 33 % su capacidad de suministro de gas, hasta 67 millones de metros cúbicos diarios, también debido a la necesidad de parar una turbina para reparaciones, y en julio detuvo el bombeo para “labores de mantenimiento planificadas”.
Tras una pausa de diez días que concluyó el pasado 21 de julio, Nord Stream arrancó con una capacidad del 40 %, que quedará reducida a la mitad a partir de este miércoles.
El gobierno alemán dijo la semana pasada que la reducción en los flujos de gas confirmó que el país no puede depender de las entregas rusas y anunció que aumentaría sus requisitos de almacenamiento de gas y tomaría más medidas para ahorrar gas. Rusia ha representado recientemente alrededor de un tercio de los suministros de gas del país.
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