El ministro de Defensa de Nueva Zelanda, Peeni Henare, ha anunciado este viernes el envío de buques de patrulla a sus socios de las islas del Pacífico con la intención de reforzar la seguridad marítima de la región del Pacífico.
“El Pacífico es quiénes somos y dónde estamos. Los desafíos que enfrenta nuestra región también son los de Nueva Zelanda, por lo que la región es una prioridad tanto de política exterior como de defensa para el Gobierno”, ha expresado Henare en un comunicado compartido por el Ministerio de Defensa neozelandés.
En concreto, el Gobierno de Nueva Zelanda ha preparado el envío de barcos de la Marina Real HMNZS Wellington y HMNZS Manawanui, que partirán este sábado para realizar una serie de actividades de apoyo bajo el lema “Operación Mahi Tahi”, que incluye patrullas marítimas de aviones Lockheed P-3 Orion.
“La Operación Mahi Tahi nos permitirá trabajar juntos para proporcionar patrullas de seguridad marítima para detectar y disuadir la pesca ilegal, así como para llevar a cabo el reconocimiento de los restos explosivos de guerra; formación y desarrollo de capacidades en el sector pesquero; ayuda humanitaria y planificación de socorro en casos de desastre y compromiso de la Red de Género de Defensa del Pacífico”, ha detallado Henare.
En este sentido, las Fuerzas Armadas de Nueva Zelanda, el Ministerio de Exteriores y Comercio y el de Industrias Primarias están llevando a cabo una asociación con funcionarios de defensa y pesca en Fiji, Niue, Samoa, Tonga, Tuvalu y Vanuatu.
La reunión del Foro de las Islas del Pacífico celebrada la semana pasada en Fiji reforzó las “conexiones profundas y duraderas” de los Estados de la región, y reafirmó un enfoque liderado con el que lograr la paz y la seguridad regionales.
Durante la cumbre, Estados Unidos anunció una nueva estrategia para priorizar las relaciones exteriores con los Estados del Pacífico en busca de contrarrestar la influencia de China en la región.
Además, el primer ministro de las Islas Salomón, Manasseh Sogavare, descartó que el acuerdo de seguridad firmado con China el pasado mes de abril permitiese que el gigante asiático pudiera establecer una base militar en su territorio y conviertiera de esta manera a sus ciudadanos en “objetivos de un posible ataque militar”.
(Con información de Europa Press)
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