Turquía “nunca pide permiso” a nadie antes de lanzar una operación militar en Siria, advirtió el jueves el ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, luego de que Rusia e Irán adviertan contra la ofensiva que planea Ankara.
“Podemos intercambiar ideas, pero nunca hemos pedido ni pediremos permiso para nuestras operaciones militares contra el terrorismo”, dijo Cavusoglu, en una entrevista televisada. “Puede ocurrir una noche, de repente”, agregó.
Durante una reunión con sus homólogos ruso, Vladimir Putin, e iraní, Ebrahim Risi, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien amenaza con una nueva operación militar en Siria desde mayo, dijo que contaba con el “apoyo de Rusia e Irán en la lucha contra el terrorismo”.
Sin embargo, Rusia e Irán advirtieron a Turquía que cualquier operación en el noreste de Siria sería perjudicial para la región.
Durante la reunión en Teherán, Erdogan dijo que Turquía estaba decidida a “expulsar a los centros del mal” que apuntan a la seguridad de Turquía, y añadió que las regiones de Tel Rifaat y Manbij -donde Turquía ha dicho que planea enviar tropas- se habían convertido en un “lecho de terror.”
Los tres presidentes publicaron una declaración conjunta que parecía referirse a las preocupaciones de Turquía. La declaración decía que “rechazaban todos los intentos de crear nuevas realidades sobre el terreno con el pretexto de combatir el terrorismo, incluidas las iniciativas ilegítimas de autogobierno.”
Pero el líder supremo iraní, Alí Khamenei, en una reunión con Erdogan, advirtió antes a Turquía contra una incursión. “Cualquier tipo de ataque militar en el norte de Siria perjudicará definitivamente a Turquía, a Siria y a toda la región, y beneficiará a los terroristas”, dijo el máximo dirigente iraní, subrayando la necesidad de “poner fin a la cuestión mediante conversaciones.”
Irán y Rusia han respaldado al gobierno del presidente Bashar Assad, mientras que Turquía ha apoyado a las facciones armadas de la oposición.
Cavusoglu recordó que Turquía “suspendió” sus operaciones en el este de Siria, en octubre de 2019, “tras las promesas de Estados Unidos y Rusia”. Un acuerdo firmado bajo los auspicios de Washington y Moscú prometía la retirada de las fuerzas kurdas a 30 km de la frontera turca.
“(Pero) esas promesas no se han cumplido. Los ataques contra los opositores sirios y nuestros soldados han aumentado”, aseguró Cavusoglu.
“¿Qué harían Estados Unidos en nuestro lugar? ¿Qué haría Rusia? ¿Qué dice para justificar su invasión de Ucrania? Que había una amenaza en su contra”, cuestionó. “Hemos denunciado la agresión de Rusia contra Ucrania desde el principio. Pero hay ataques contra nosotros desde esta zona” del noreste sirio, insistió el ministro.
Desde 2016, Turquía llevo a cabo varias operaciones militares en Siria contra combatientes kurdos y contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Una parte del norte de Siria está controlada por las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), una milicia kurda acusada por Ankara de estar afiliada al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado como organización terrorista por Turquía pero también los Estados Unidos y la Unión Europea.
“Una nueva operación seguirá estando en nuestra agenda mientras no se resuelvan nuestros problemas de seguridad nacional”, dijo Erdogan. “Queremos que Rusia e Irán estén de nuestro lado en nuestra lucha contra las organizaciones terroristas”.
(Con información de AFP y AP)
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