Richard Moore, jefe de la inteligencia británica MI6, informó este jueves que más de 400 oficiales de inteligencia rusos han sido expulsados de Europa desde la invasión a Ucrania. El británico advirtió que, aunque esto ha reducido drásticamente las capacidades de espionaje del Kremlin, el número representa la mitad de espías rusos que están en el continente.
Moore, en su intervención esté jueves en el Foro de Seguridad de Aspen (EEUU), señaló que las agencias de inteligencia europeas hicieron esfuerzos “bastante concertados” para desmantelar las redes de espionaje rusas desde la invasión a Ucrania, informó The Guardian.
“Entonces, en toda Europa, aproximadamente la mitad, en el último recuento algo más de 400 oficiales de inteligencia rusos que operan bajo cobertura diplomática, han sido expulsados”, dijo Moore. “Eso probablemente redujo a la mitad la capacidad para hacer su trabajo de espiar a Europa”.
El jefe de inteligencia británico aseguró que en el Reino Unido también se redujo a la mitad la capacidad de Moscú para espiar. Y señaló que varios espías rusos, que se hacen pasar por civiles, fueron arrestados por las autoridades británicas en los últimos meses.
Moore también cree que Rusia está a punto de perder fuerza militar en Ucrania.
“Nuestra evaluación es que a los rusos les resultará cada vez más difícil suministrar material de mano de obra en las próximas semanas”, dijo. “Tendrán que hacer una pausa de alguna manera y eso les dará a los ucranianos la oportunidad de contraatacar”.
Moore señaló que unos 15.000 rusos murieron durante los cinco meses que dura la invasión de Ucrania, y considera que el presidente Vladimir Putin está sufriendo pérdidas mucho mayores a las previstas.
El británico explicó que los 15.000 muertos eran “probablemente una estimación conservadora” y marcaban una “derrota” para Putin, que esperaba una rápida victoria.
“Es aproximadamente el mismo número que perdieron en 10 años en Afganistán en la década de 1980″, dijo en el Foro de Seguridad de Aspen, en Colorado, Estados Unidos.
“Y no se trata de chicos de clase media de San Petersburgo o Moscú”, comentó Moore. “Son niños pobres de zonas rurales de Rusia. Son de pueblos obreros de Siberia. Son desproporcionadamente de minorías étnicas. Son su carne de cañón”.
El director de la CIA, Bill Burns, dijo un día antes en la misma conferencia que la inteligencia estadounidense estimaba las pérdidas rusas “en torno a los 15.000 muertos y quizá el triple de heridos”.
“Es un conjunto de pérdidas bastante significativo. Los ucranianos también han sufrido bajas significativas, probablemente un poco menos que eso”, afirmó Burns.
Por su parte, Ucrania asegura que las pérdidas de Rusia son mayores, unos 36.200 efectivos rusos muertos a principios de este mes.
Rusia se ha mostrado muy reticente y solo ha dado un número oficial de víctimas en dos ocasiones, la última el 25 de marzo con una cifra de 1.351 muertos, aunque los expertos consideran que es demasiado baja.
(Con información de AFP)
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