China pidió a la jefa de derechos humanos de las Naciones Unidas que archive un informe muy esperado sobre violaciones de derechos humanos en la provincia de Xinjiang, según un documento chino consultado por la agencia Reuters y confirmado por diplomáticos de tres países que lo recibieron.
La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se ha enfrentado a duras acusaciones de ser demasiado blanda con China durante una visita al país en mayo, después de la cual ha dicho que se abstendrá de aspirar a un segundo mandato por razones personales.
Pero antes de dejar el cargo a finales de agosto, se ha comprometido a publicar un informe sobre la región de Xinjiang, en el oeste de China. Los grupos de defensa de los derechos humanos acusan a Pekín de abusos contra los miembros de la minoría musulmana uigur de Xinjiang, incluido el uso de trabajos forzados a gran escala en campos de internamiento. China ha negado enérgicamente las acusaciones.
El documento redactado por China expresa su “grave preocupación” por el informe de Xinjiang y pretende detener su publicación, dijeron cuatro fuentes, los tres diplomáticos y un experto en derechos que hablaron bajo condición de anonimato. Todos ellos dijeron que China comenzó a distribuir el documento entre diversas misiones diplomáticas en Ginebra desde finales de junio, pidiendo a los países que lo firmen para mostrar su apoyo.
“La evaluación (sobre Xinjiang), si se publica, intensificará la politización y la confrontación de bloques en el ámbito de los derechos humanos, socavará la credibilidad de la OACDH (Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos) y perjudicará la cooperación entre la OACDH y los Estados miembros”, dice el documento, en referencia a la oficina de Bachelet.
“Instamos encarecidamente a la señora alta comisionada a que no publique dicha evaluación”, añade.
Liu Yuyin, portavoz de la misión diplomática de China en Ginebra, no dijo si el documento fue enviado ni respondió a preguntas sobre su contenido.
Liu dijo que casi 100 países han expresado recientemente su apoyo a China en cuestiones relacionadas con Xinjiang “y su objeción a la injerencia en los asuntos internos de China con el pretexto de los derechos humanos”.
Este apoyo se manifestó a través de declaraciones públicas en la última sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que finalizó el 8 de julio, y a través de la “carta conjunta”, añadió Liu, utilizando un término que denota a China y a los demás firmantes.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino dijo a Reuters que Bachelet habría sido testigo de un “Xinjiang real con una sociedad segura y estable” cuando visitó la región durante su viaje de mayo a China.
El portavoz chino dijo que los intentos de algunos países de “desprestigiar la imagen de China” utilizando la cuestión de Xinjiang no tendrán éxito.
A su turno, la Alta Comisionada negó presiones de China: “No hay una carta de las autoridades chinas, la verdad es que hay una carta de países. Así como hay cartas de países que me piden publicarlo, hay carta de países que piden no publicarlo. Eso es normal”.
En una conferencia de prensa en Lima en el marco de una visita de trabajo a Perú, Bachelet aseguró que el informe “se va a publicar antes de que yo deje el cargo” en agosto, aseguró.
“Puedo decir que seguimos trabajando en la oficina (de derechos humanos de Naciones Unidas) para actualizar el informe para compartirlo con el país en cuestión, como se hace siempre antes de dar un informe para que haga los comentarios factuales si es que hubiera errores, según se hace en la práctica habitual”, precisó la Alta Comisionada.
El portavoz del Alto Comisionado añadió que el informe sobre Xinjiang se está ultimando antes de su publicación, y que esto incluye la práctica habitual de compartir una copia con China para que aporte sus comentarios.
El informe abordará el trato que da China a la minoría uigur de la región. Un equipo de expertos en derechos humanos comenzó a recopilar pruebas para la realización del informe hace más de tres años, pero su publicación se ha retrasado durante meses por razones poco claras.
Reuters no pudo establecer cuántas firmas recibió el documento chino. Una de las cuatro fuentes, un diplomático con sede en Ginebra, respondió a la carta positivamente dando el apoyo de su país.
Otra versión de la carta, también consultada por Reuters, se muestra más crítica con la actuación de Bachelet, al afirmar que el informe sobre Xinjiang se realizó “sin mandato y en grave incumplimiento de los deberes del ACNUDH (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos)”, y que socavaría su credibilidad personal.
No estaba claro quién lo editó ni por qué. El diplomático que firmó la carta dijo que la versión más suave fuera la definitiva.
(Emma Farge - Reuters)
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