El Partido Conservador de Gran Bretaña eligió al ex jefe del Tesoro, Rishi Sunak, y a la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss , una moderadora fiscal y defensora de los impuestos bajos, como los dos finalistas en una elección para reemplazar al primer ministro saliente, Boris Johnson. El resultado llegó el día en que el divisivo e impenitente Johnson terminó su última aparición en el Parlamento como primer ministro con las palabras “Hasta la vista, baby”.
Sunak y Truss quedaron primero y segundo respectivamente en una votación secreta de los legisladores conservadores. La ministra de Comercio, Penny Mordaunt, quedó en tercer lugar y fue eliminada.
La carrera, que ya ha producido amargas luchas internas entre los conservadores, pero ¿Quiénes son Sunak y Truss?
Rishi Sunak
En dos años y medio pasó de ser casi desconocido a liderar la carrera por suceder a Boris Johnson. Fue el primer ministro de Finanzas británico de origen asiático y es el diputado más rico del Reino Unido.
Fue nombrado titular de Finanzas en febrero de 2020, tras solo cinco años en el Partido Conservador.
Un mes más tarde estalló la pandemia de coronavirus y gracias a su masivo paquete de ayudas se convirtió en uno de los miembros más populares del gobierno, mientras Johnson era duramente criticado por su gestión de la crisis sanitaria.
Si reemplaza en septiembre al primer ministro conservador, este hombre de 42 años con una eterna sonrisa en los labios y aire de primero de la clase sería el primer británico de origen indio y el primer no blanco a la cabeza del gobierno del Reino Unido.
Cuando en 2015 fue elegido diputado prestó juramento sobre el Bhagavad Gita, libro sagrado del hinduísmo, escrito en sánscrito.
Nacido el 12 de mayo de 1980 en Southampton, en la costa sur de Inglaterra, es el mayor de tres hijos de un médico generalista y una farmacéutica. El ex analista del banco Goldman Sachs y empleado de un fondo especulativo, se casó con la hija de un magnate indio, con la que tiene dos hijas.
Sunak, cuyos abuelos emigraron del norte de India al Reino Unido en la década de 1960, acumuló una importante fortuna personal antes de convertirse en diputado en 2015.
Durante mucho tiempo fue visto como el sucesor natural de Johnson. Sin embargo, su popularidad comenzó a caer cuando, tras el levantamiento de las restricciones por el coronavirus, cortó las ayudas y comenzó a subir impuestos y cargas sociales en un contexto de inflación disparada y crisis del coste de la vida.
Esta política fue impopular especialmente entre las filas conservadoras.
“Para mí, ser conservador significa ser responsable del dinero, tanto el de la gente como el de las finanzas públicas”, se justificó Sunak.
Liz Truss
Sin pelos en la lengua y muy crítica con los movimientos reivindicativos bautizados “woke”, la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, se ha hecho muy popular en las bases del Partido Conservador.
Fanática de Margaret Thatcher, al igual que ella, es una defensora del libre comercio y entró en la campaña para suceder al primer ministro Boris Johnson encarnando al ala más derechista del Partido Conservador.
Nacida el 26 de julio de 1975, casada y con dos hijas, “Liz no tiene miedo de decir lo que piensa, y cree que liberar a la gente de los gravosos trámites burocráticos para crear y hacer crecer las empresas es la clave de nuestro futuro económico”, presume su página web.
Tras una década en el sector privado, sobre todo como directora comercial, fue primero concejala en el sureste de Londres y luego se convirtió en diputada en 2010, por la circunscripción de South West Norfolk, en el este de Inglaterra.
En 2012 entró en el gobierno y ocupó una serie de carteras, primero como secretaria de Estado de Educación y luego como ministra de Medio Ambiente de 2014 a 2016. También se convirtió en la primera mujer ministra de Justicia y, posteriormente, en secretaria jefa del Tesoro.
Sin embargo, su presencia en las filas conservadoras no era evidente ni mucho menos.
Truss creció en un entorno muy izquierdista. En la prestigiosa Universidad de Oxford, donde se licenció en política y economía, presidió el grupo eurófilo liberal-demócrata, que en su momento apoyó un segundo referéndum sobre el Brexit.
Según ella misma admitió, escandalizó a sus padres, un profesor de matemáticas y una defensora del desarme nuclear a los que acompañaba a las manifestaciones cuando era niña, al acabar adoptando posturas muy derechistas.
Los conservadores, entre quienes rápidamente se convirtió en una estrella emergente, encajaban mejor con las ideas de esta defensoras de los bajos impuestos. “Mi filosofía personal”, dijo una vez al periódico The Guardian, “es dar a la gente la oportunidad de tomar sus propias decisiones”.
Esta mujer de 46 años, que durante una década trabajó en los sectores de la energía y las telecomunicaciones, fue nombrada jefa de la diplomacia como recompensa por su trabajo como ministra de Comercio Internacional durante la salida británica de la Unión Europea.
En ese puesto, esta gran defensora del libre comercio que votó por permanecer en el UE antes de cambiar de bando consiguió cerrar una serie de importantes acuerdos comerciales posbrexit.
(con información de AP y AFP)
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