Un niño de 13 años murió este miércoles por un ataque con misiles rusos mientras esperaba el autobús cerca de una mezquita en la ciudad ucraniana de Kharkiv, en un nuevo ataque contra zonas civiles.
Tras el ataque, el padre de la víctima acudió al lugar, donde en una desgarradora escena se arrodilló sosteniendo la mano de su hijo muerto, cuyo cuerpo yacía en la calle cerca de la destruida parada de autobús.
Los equipos de rescate se llevaron otro cadáver en una camilla. La mezquita cercana había quedado muy dañada.
Oleh Synehubov, gobernador de la región de Kharkiv, dijo que tres personas habían muerto en Kharkiv el miércoles -el adolescente, un hombre y una mujer- pero no estaba claro si los tres murieron en la parada de autobús.
Dijo que la hermana de 15 años del adolescente muerto también había resultado herida, pero no dio sus nombres.
“Este es otro terrible acto de terror de los rusos”, escribió Synegubov en la aplicación de mensajería Telegram.
“Todos estos actos criminales son documentados por la policía todos los días 24 horas al día, todas las pruebas se están preparando para un tribunal internacional”, indicó a su vez la vocera policial Olena Baranik.
Rusia, que invadió Ucrania el 24 de febrero, no comentó inmediatamente el incidente. Ha negado haber atacado deliberadamente a civiles, aunque los ataques rusos con misiles y cohetes han devastado ciudades y pueblos ucranianos.
En otro post de Telegram, la fiscalía local dijo que creía que los cohetes fueron disparados desde un lanzacohetes múltiple Uragan.
Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, resistió un asalto ruso que llegó a sus afueras en los dos primeros meses de la invasión, pero ha experimentado un bombardeo casi diario durante el último mes después de un período de relativa calma.
Ampliación de objetivos rusos
Este miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, afirmó que los objetivos militares de Rusia en Ucrania ya no se centran “únicamente” en el este del país”, y agregó que los suministros de armas occidentales cambiaron el cálculo del Kremlin.
En una entrevista, Lavrov justificó ese cambio por una “geografía diferente” respecto de la situación que existía en Ucrania a finales de marzo, cuando Rusia había dicho que quería concentrarse en el este del país, tras haber fracasado en la conquista de Kiev, la capital.
“No se trata solo de DNR (Donetsk) y LNR (Lugansk), sino también de la región de Kherson, la región de Zaporizhzhia y otros territorios”, aseguró Lavrov a los medios estatales en una entrevista.
Desde que invadieron el 24 de febrero, las fuerzas rusas han avanzado constantemente en cada una de esas regiones y han sembrado la destrucción al capturar ciudades clave y encontrarse con una feroz resistencia ucraniana.
El progreso constante en el este se produjo después de que las fuerzas de Moscú fracasaran al principio de la invasión para capturar la capital, Kiev, y fueran expulsadas de la segunda ciudad de Ucrania, Jarkiv.
Sin embargo, la artillería rusa fuera del centro urbano del este ha llevado a cabo una campaña de bombardeo casi constante.
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