El papa Francisco aseguró hoy que el viaje que emprenderá el próximo domingo a Canadá es “una peregrinación penitencial” por los abusos que los indígenas sufrieron en internados católicos durante los siglos XIX y XX.
”Queridos hermanas y hermanos de Canadá, como saben acudiré ante vosotros en nombre de Jesús sobre todo encontrar y abrazar a las poblaciones indígenas”, explicó el pontífice desde la ventana del Palacio Apostólico tras el rezo del Ángelus mariano.
”Lamentablemente -reconoció-, en Canadá muchos cristianos, también algunos miembros de institutos religiosos, han contribuido a la política de asimilación cultural que en el pasado dañaron gravemente en diferentes modos a las comunidades nativas”.
Por esa razón, el pontífice argentino recibió recientemente en el Vaticano a algunos miembros de tales comunidades, a los que manifestó su “dolor y solidaridad por el mal sufrido”.
”Ahora me dispongo a emprender un viaje penitencial que espero que, con la gracia de Dios, pueda contribuir al camino de sanación y reconciliación emprendido ya”, terminó el papa.
Se trata de un viaje muy importante para Francisco, que sin embargo se vio obligado a suspender los previstos a Sudán del Sur y República Democrática del Congo por sus dolores de rodilla.
EL DESCUBRIMIENTO
El verano pasado se encontraron más de 1.000 tumbas sin marcar cerca de los antiguos internados católicos para niños indígenas.
La Federación de Naciones Indígenas Soberanas dijo en un comunicado que el número de tumbas sin marcar encontradas era “el más significativo hasta la fecha en Canadá”. El comunicado no especificaba las cifras, pero los medios canadienses especulan con que podrían ser hasta tres veces más que las encontradas por primera vez a principios de junio de 2021.
El grupo lo calificó de “horrible y espantoso descubrimiento”
“Algunos apenas tenían tres años”, dijo Rosanne Casimir, jefa de la comunidad aborigen Tk’emlups te Secwepemc, sobre los niños. Según ella, su muerte, cuya causa y fecha se ignoran, nunca fue registrada por la dirección del internado, aunque su desaparición ya había sido mencionada en el pasado por miembros de esa comunidad.
Los graves descubrimientos reavivaron el trauma sufrido por unos 150.000 niños amerindios, mestizos e inuit que fueron apartados de sus familias, su lengua y su cultura y reclutados a la fuerza en 139 internados de todo el país hasta la década de 1990.
El sistema de residencias escolares para indígenas fue impuesto por las autoridades canadienses a finales del siglo XIX, para eliminar la cultura aborigen del país. Los niños indígenas eran sacados a la fuerza de sus comunidades y enviados a estos internados, situados en algunos casos a centenares de kilómetros de sus familias.
Muchos de ellos fueron abusados física y sexualmente y se cree que más de 4.000 murieron por enfermedad, desnutrición o negligencia. Según una comisión de investigación que concluyó que Canadá había cometido un “genocidio cultural”.
Líderes indígenas han pedido que se procese a los antiguos profesores y coordinadores de estos internados, como el Kamloops Indian Residential School, en la provincia de Columbia Británica.
CONDENA
La policía de Canadá anunció el pasado 18 de junio, el arresto de un cura católico por presunta agresión sexual a una estudiante indígena hace cinco décadas, los cargos más recientes contra un implicado en el histórico escándalo de los internados en ese país.
Arthur Masse, de 92 años, ahora retirado, fue imputado por agresión indecente y luego puesto en libertad condicional, aunque irá a la corte el 20 de julio.
La víctima que provocó el arresto de Masse tenía 10 años cuando habrían comenzado los abusos en el internado de Fort Alexander en Manitoba, entre 1968 y 1970.
“La víctima en este caso ha pasado por mucho en medio del proceso de investigación y se ha mantenido firme para alzar la voz sobre lo que le pasó”, dijo en conferencia de prensa el sargento Paul Manaigre de la Real Policía Montada de Canadá.
“Lo más importante para ella, en un día como hoy, es que fue escuchada”, añadió.
Manaigre indicó que 80 oficiales participaron de la investigación que se extendió por una década y que incluyó 75 posibles víctimas más y testigos.
“Hasta el momento esta es la única investigación [en Manitoba] que se adelanta sobre los internados y este es el único cargo imputado”, explicó.
A la fecha, no se ha anunciado otra investigación criminal por los internados en otra parte de Canadá.
(con información de EFE y AFP)
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