Tras el bombardeo contra civiles en Vinnytsia, Zelensky acusó a Rusia de ser “un país asesino, un país terrorista”

El ataque dejó al menos 12 muertos, entre ellos un niño. Fue una nueva ofensiva alejada del centro de batalla y sin objetivos militares ucranianos en las cercanías

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Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania (REUTERS/Valentyn Ogirenko)
Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania (REUTERS/Valentyn Ogirenko)

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, calificó este jueves los ataques sobre Vinnytsia, que dejaron al menos 12 muertos y tuvieron lugar lejos de la línea de frente de batalla, como un “acto abierto de terrorismo”.

Al compartir imágenes de la destrucción que dejó el ataque, escribió en sus redes sociales: “Vinnytsia. Huelgas de cohetes en el centro de la ciudad. Hay heridos y muertos, entre ellos un niño pequeño”.

Rescatistas acarrean el cuerpo de una de las víctimas del ataque de las tropas de Putin en Vinnytsia (Air Force Command of Ukraine Armed Forces/Handout via REUTERS)
Rescatistas acarrean el cuerpo de una de las víctimas del ataque de las tropas de Putin en Vinnytsia (Air Force Command of Ukraine Armed Forces/Handout via REUTERS)

Todos los días, Rusia destruye a la población civil, mata a niños ucranianos, lanza cohetes contra bienes civiles. Donde no hay nada militar. ¿Qué es esto, sino un acto abierto de terrorismo?”, reclamó el mandatario.

Inhumanos. Un país asesino. Un país terrorista”, puntualizó.

Según las informaciones recogidas por la agencia ucraniana de noticias Ukrinform, los proyectiles han impactado contra un edificio de oficinas, que ha quedado totalmente destruido, mientras que varios edificios residenciales situados en los alrededores han sufrido daños materiales.

Vinnytsia, una ciudad de unos 370.000 habitantes, es un importante nudo ferroviario del centro-oeste de Ucrania.

Edificio dañado por el bombardeo ruso
Edificio dañado por el bombardeo ruso

Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, el centro y el oeste ucranianos han sido considerados como regiones relativamente seguras, alejadas de los frentes de batalla del sur y el este del país.

Esta semana, la prestigiosa investigadora Anne Applebaum había denunciado en una columna en The Atlantic que la guerra rusa contra Ucrania se había convertido en terrorismo, al superar las calificaciones establecidas previamente y no alcanzar con llamar “crímenes de guerra” a sus ofensivas.

La autora del libro El ocaso de la democracia: La seducción del autoritarismo (2020) y experta en temas de Europa del Este repasó las numerosas ofensivas sobre zonas civiles y aseguró: “Los ataques aleatorios en lugares al azar, lejos de las líneas del frente y sin ninguna importancia militar, son ahora algo cotidiano en Ucrania”.

Así, el conjunto de ataques fuera del frente de batalla “se parece menos a una guerra y más a múltiples actos de terrorismo”, dijo.

Según consideró, entre los objetivos de Vladimir Putin para lanzar estas masacres no están enmarcados en una meta bélica tradicional: “El propósito de atacar estos lugares es crear miedo e ira en esas ciudades y en todo el país. Tal vez el objetivo final sea persuadir a Ucrania para que deje de luchar”. Además, indicó que Moscú busca convencer a la población que continúe el éxodo y se convierta en refugiados, para ser una carga para Europa (en especial los países vecinos) y un problema político. También, continuar el empobrecimiento de los ucranianos, el debilitamiento del Estado, impedir la reconstrucción y convencer a los que huyeron que no es momento de volver.

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