La inflación en España se disparó en junio al 10,2% en tasa anual, situándose así en su nivel más alto desde abril de 1985, según confirmó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este incremento interanual de los precios, un punto y medio superior al de mayo (8,7%), fue impulsado principalmente por el encarecimiento de los carburantes y alimentos frescos.
Eliminados de la cesta de la compra los elementos más volátiles (alimentos frescos y energía), la inflación subyacente aumentó seis décimas respecto a mayo y se situó en el 5,5%, la tasa más elevada desde agosto de 1993.
La subida de la inflación se vio algo amortiguada por la bajada de impuestos en la electricidad; subió en junio un 33,4% y sin esa bajada el incremento habría sido del 52,7%.
Inicialmente, el Gobierno bajó el IVA hace un año del 21 al 10% y el pasado mes aprobó otra bajada del 10 al 5%, para tratar de contener la inflación.
El transporte fue el grupo que más empujó la inflación en junio, con un aumento de los precios del 19,2%, más de cuatro puntos por encima de mayo, debido al mayor encarecimiento de los carburantes y lubricantes.
Le siguieron de cerca los alimentos y bebidas no alcohólicas, con un alza del 12,9%, casi dos puntos superior a la del mes anterior y la más alta desde que comenzó la serie histórica en 1994.
En este grupo, lo que más subió fue las frutas, legumbres, hortalizas, carne, pan, cereales, leche, queso y huevos, alimentos básicos en la cesta de la compra.
La vivienda también aumentó sus precios el 19%, un punto y medio más, por el mayor encarecimiento de los combustibles para calefacción y de la electricidad; mientras que los hoteles, cafés y restaurantes los elevaron el 7,2%, nueve décimas más y también la tasa más alta de la serie histórica, que comenzó en 1994.
(Con información de EFE)
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