En Sri Lanka manifestantes antigubernamentales desafiaron gases lacrimógenos, cañones de agua y la declaración de un estado de emergencia e irrumpieron en la oficina del primer ministro. Esto ocurrió horas después de la huida del país del presidente Gotabaya Rajapaksa.
Los manifestantes exigen también la salida del primer ministro Ranil Wickremesinghe, que fue nombrado presidente interino, en medio de la peor crisis económica y política de la historia de esta isla al sur de India.
”Hoy es un día feriado. Imagínense en un día feriado, gente que en otras circunstancias debería estar pasando el tiempo en casa y descansando. Pero hoy, ves a la gente reunida porque no les gusta lo que está sucediendo en nuestro hermoso país”, dijo uno de los manifestantes.
El sábado, una multitud invadió el palacio presidencial, precipitando la huida del mandatario Rajapaksa.
La partida del presidente fue complicada. El martes fue rechazado por los agentes de inmigración en el aeropuerto de Colombo, quienes le negaron el acceso a la sala VIP para sellar su pasaporte. Rajapaksa quería evitar la terminal pública por temor a una reacción adversa de la gente.
El mandatario y su esposa pasaron la noche previa al viaje en una base militar cerca del aeropuerto internacional tras haber perdido cuatro vuelos con destino a Emiratos Árabes Unidos.
Rajapaksa está acusado de una mala gestión de la economía, llevando al país al caos y a una crisis profunda por la falta de divisas, lo que hace imposible financiar las importaciones de productos esenciales para la población de 22 millones de habitantes.
NUEVAS PROTESTAS
Cientos de personas han logrado romper este miércoles la primera línea del cordón de seguridad situado en las inmediaciones del Parlamento de Sri Lanka, donde las fuerzas de seguridad han dispuesto una serie de barricadas en un intento por impedir el paso a los manifestantes.
La Policía ha comenzado a hacer uso de gases lacrimógenos en un intento por sofocar las protestas y dispersar a los presentes, si bien la mayoría de los policías han abogado por evitar hacer uso de la fuerza contra los manifestantes.
No obstante, el presidente interino y primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, ha pedido horas antes a las fuerzas de seguridad del país hacer lo necesario para “restaurar el orden” y acabar con la “amenaza fascista” contra la democracia ceilandesa.
Asimismo, la Policía ha instado a los ciudadanos a ofrecer su apoyo a las Fuerzas Armadas para “mantener la ley y el orden” en el país asiático.
Este mismo miércoles, un joven manifestante de 26 años ha muerto tras resultar herido durante las protestas frente a la oficina del primer ministro en la ciudad de Colombo, donde las fuerzas de seguridad hicieron también uso de gases lacrimógenos.
El manifestante había sido trasladado a un hospital de la zona por problemas respiratorios, si bien ha muerto poco después, según informaciones del diario Daily Mirror.
PROTESTAS EN MALDIVAS
Decenas de esrilanqueses salieron este miércoles a las calles de Malé para exigir al presidente de Sri Lanka, Gotayaba Rajapaksa, que se enfrente a la Justicia y a los manifestantes que reclaman su dimisión, después de que el mandatario aterrizase en Maldivas tras huir de su país.
”Gotabaya tiene que enfrentarse a la Justicia. No puede simplemente huir del país así después de todo el caos y el sufrimiento que causó a nuestro pueblo. Queremos que vuelva a Sri Lanka”, dijo a la agencia EFE Mahendre, uno de los organizadores de la protesta.
Unos 50 esrilanqueses participaron en la manifestación portando pancartas al grito de “Rajapaksas, váyanse a casa” y “No protejan a los ladrones”.
Pero a causa de la severa ley maldiva que prohíbe las manifestaciones en la capital, la Policía no tardó en dispersar la protesta y requisar las pancartas a los manifestantes, además de arrestar a uno de ellos.
Pese al empleo de la violencia por parte de los efectivos policiales, los manifestantes trataron de reorganizarse más tarde, pero fueron de nuevo amenazados por la Policía maldiva.
Rajapaksa aterrizó en Maldivas a bordo de un avión de la Fuerza Aérea, en compañía de su esposa y dos guardaespaldas, haciendo uso de sus competencias como presidente de la nación.
Su llegada al archipiélago avivó las protestas en Sri Lanka, donde la imposición de un toque de queda y el despliegue de numerosos efectivos de seguridad no evitaron que la gente continuase saliendo a la calle en masa para exigir la dimisión del presidente y del primer ministro, Ranil Wickremesinghe.
Desde su llegada al archipiélago, Rajapaksa descansa alejado de los focos en un lujoso resorte emplazado en una isla privada distante de la capital del archipiélago.
Los planes del mandatario con respecto a su futuro son inciertos, aunque medios locales apuntaron la posibilidad de que viaje esta noche a Singapur, donde se cobije definitivamente.
Más de 15.000 esrilanqueses habitan en Maldivas, donde principalmente se dedican al sector de la hostelería.
(con información de EP, EFE y AFP)
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