Miles de personas se congregaron este lunes en Srebrenica para conmemorar el genocidio ocurrido hace 27 años, que sigue sin ser reconocido por la mayoría de los serbios y por sus dirigentes en Bosnia, un país todavía dividido por las fracturas étnicas.
Los restos de 50 víctimas identificadas de la masacre -la peor matanza perpetrada en Europa desde la Segunda Guerra Mundial- fueron enterrados en el cementerio de un memorial donde ya descansan 6.671 víctimas.
Cerca de 8.000 hombres y adolescentes musulmanes de Srebrenica, una localidad del este del país, fueron asesinados en julio de 1995 por las fuerzas serbias de Bosnia, un crimen que la justicia internacional calificó de genocidio.
Sebiba Avdic, de 49 años, enterró a sus hermanos, los gemelos Samir y Semir Hasanovic, asesinados a los 19 años. Sus tumbas yacen junto a la de otros miembros de su familia, incluyendo otro hermano, que murió con 28 años, y la de su padre.
”Todo lo que tenía está aquí”, dice, entre lágrimas. “Ya no logro ni hablar. Me he convertido en una piedra”, dice esta mujer, afincada en Suiza con su hija, de 11 meses en 1995. “Mi dolor es tan intenso que siento como si pasaron 27 días y no 27 años”.
A medida que pasan los años, cada vez en menos frecuente encontrar restos de víctimas, pero todavía hay 1.200 desaparecidos, según el Instituto Bosnio para los Desaparecidos.
La espera de las familias
El proceso de identificación es complicado, ya que durante los meses siguientes a la masacre, las víctimas fueron exhumadas con retroexcavadoras y llevadas a otras fosas para esconder los crímenes.
Cada 11 de julio se organizan funerales colectivos para los fallecidos, una fecha que conmemora la toma de este enclave por las fuerzas del general serbobosnio Ratko Mladic, condenado a cadena perpetua por la justicia internacional.
Los restos de una de las víctimas enterradas este lunes fueron encontrados dispersos en tres fosas comunes diferentes, según Amor Masovic, un experto que ha participado en la exhumación de decenas de víctimas de la matanza que están en la región de Srebrenica.
Hajra Alic, una mujer de unos 60 años, llegó temprano el lunes para estar junto a las tumbas de su hijo y de su marido. Lo que queda de los restos de su marido que fueron desmembrados han sido enterrados dos veces, en 2007 y 2016.
”Cuando cayó Srebrenica, ellos se fueron al bosque y yo con mis hijas a Tuzla”, contó a la agencia AFP. Entonces, su hijo tenía 17 años.
”Este dolor está siempre en mi corazón. Todos los días pienso en mi hijo y en mi marido, no solamente los 11 de julio”, relató la mujer.
El jefe de la diplomacia de europea, Josep Borrell, y el comisario europeo para la Ampliación de la Unión Europea, Olivér Varhelyi, homenajearon a las víctimas y advirtieron que la invasión rusa contra Ucrania volvió a traer una “guerra brutal” al continente.
”Más que nunca es nuestro deber recordar el genocidio de Srebrenica” y “la necesidad de defender la paz, la dignidad humana y los valores universales”.
”En Srebrenica, Europa fracasó y estamos frente a nuestra vergüenza”, añadieron.
“Héroes”
Presente en la ceremonia, la ministra de Defensa de los Países Bajos, Kajsa Ollongren, cuyo país había desplegado un batallón para defender el enclave, ofreció sus “más profundas disculpas” a las víctimas en nombre de la comunidad internacional.
Pero señaló que un sólo bando fue el “culpable”, “el ejército de los serbios de Bosnia”.
Más de un cuarto de siglo después de la masacre, Ratko Mladic y Radovan Karadzic, el ex jefe político de los serbios de Bosnia, también condenado a cadena perpetua, son considerados como “héroes” para numerosos serbios.
En muchos muros de la Republika Srpska, la entidad de los serbios en Bosnia, se ven retratos de Mladic.
Las autoridades de los serbios de Bosnia y de la vecina Serbia, al igual que una gran parte de la población serbia, se niegan a considerar que hubo un genocidio en Srebrenica durante esta guerra intercomunitaria que dejó cerca de 100.000 muertos. En general se refieren a los hechos como un “gran crimen”.
”Hace 27 años que luchamos por la verdad y reclamamos que haya justicia, pero después de 27 años siguen negando la verdad, ellos niegan el genocidio”, lamentó Munira Subasic, presidenta de una de las asociaciones de mujeres de Srebrenica.
(con información de AFP)
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