Una nueva ola de calor azota gran parte de Europa, anticipándose en la Península Ibérica. Algunos modelos predicen valores extremos nunca antes imaginados para los próximos días. Entre el martes y mediados de julio la temperatura máxima superará los 35°C, incluso los 45°C en Europa Central.
Los gobiernos de varios países están elaborando planes para la primera emergencia nacional de ola de calor que causaría, al menos en algunas regiones, una interrupción generalizada en las escuelas, los viajes y los servicios de salud.
Las altas temperaturas son monitoreadas de cerca por el programa europeo de observación de la Tierra Copernicus. Pero tan inusual es la situación que para los meteorólogos alemanes todavía no está claro qué tan caliente será. Los especialistas actualmente no esperan un calor mas alto hasta principios de la próxima semana, pero los modelos todavía son muy imprecisos con siete días de anticipación. Pero cada vez hay más indicios de que podrían ocurrir temperaturas inusuales en Europa Central.
“Todavía pueden pasar muchas cosas, los modelos todavía saltan mucho de un lado a otro”, dice el meteorólogo Simon Trippler del Servicio Meteorológico Alemán (DWD). “Pero vemos una masa de aire potencialmente extraordinaria, son concebibles nuevos récords de temperatura”.
En el Reino Unido, altos funcionarios celebraron una reunión de crisis de “cobra” dentro de Downing Street el lunes, ya que los meteorólogos predijeron que el récord del día más caluroso de Gran Bretaña podría romperse el fin de semana, superando potencialmente la barrera de los 40 grados por primera vez.
El gobierno británico, desde la Oficina Meteorológica nacional emitió una advertencia meteorológica ámbar para franjas del pais, lo que indica un “peligro para la vida” causado por la ola de calor. Tal advertencia solo se ha emitido dos veces antes.
Los mapas meteorológicos, otras vez, se pintaron entre rojo y amarilla en Francia. El país se prepara para el ingreso de una masa de calor a partir de este martes, que debería durar al menos entre ocho y diez días. “La evolución es muy probable hacia una ola de calor, con un pico probablemente entre el sábado 16 de julio y el martes 19 de julio “, informa Météo-France, que colocó veintitrés departamentos en vigilancia.
En Portugal la amenaza de altas temperaturas agravan la ola de incendios que hace al menos cuatro días castigan al país. Un semana con meteorología asfixiante. El Instituto del Mar y de la Atmósfera ha anunciado la alerta naranja por temperaturas altas en 8 de los 18 distritos del país y prevé un agravamiento para el martes, cuando todos pasen a estar en alerta naranja, menos Algarve.
Desde España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pronostica que el calor será persistente durante varios días, sin predecir claramente cuando terminara. En organismo, en su último aviso, señala que durará “como mínimo” hasta el viernes, cuando empezó siendo hasta el miércoles.
La Península Ibérica dio el aviso. La segunda ola de calor del verano europeo, que se inició el sábado pasado en Canarias, Baleares y la Península, ingresa hoy en su etapa más dura, con umbrales que se extenderán hasta el jueves, con 35 grados de media y picos de 40 en algunas regiones. Noches de entre 20 y 25 grados serán habituales estos próximos días.
Esta situación, casi generalizada en el continente, se debe principalmente a un domo de calor que se ha instalado sobre Marruecos y se eleva hacia el oeste. “Esta cúpula actúa como una tapa que atrapa el aire caliente. Poco a poco, se comprime, y esta compresión provoca físicamente un aumento de la temperatura “, explica Sébastien Léas, meteorólogo de Météo Francia.
Esta cúpula llegará para todos. “Todos los países del sur de Europa están preocupados, con temperaturas más altas en España, pero temperaturas que podrían permanecer altas durante más tiempo en Italia”, explica Pascal Scaviner. Los meteorólogos coinciden en un ligero descenso de temperaturas hacia el viernes, aunque al mismo tiempo su evolución sigue siendo incierta para anticipar que pueda suceder el fin de semana.
Los pronosticadores franceses mencionan el fenómeno de “gota fría”. Una masa de aire frío bloqueada en altitud, aproximadamente a 5000 metros. “Esta gota fría genera una circulación de masas de aire caliente a su alrededor. Las ‘plumas’ o ‘plumas de calor’, referenciadas durante la ola de calor del pasado mes de junio, nacen frente a estas ‘gotas frías ‘’, explica Léas al diario Le Figaro. Sin embargo los cálculos no son precisos. “Todavía no podemos determinar si esta ‘gota fría’ subirá desde las Azores, si es así a qué velocidad, o si hará retroceder el domo de calor o no” , advierte otro experto.
Las autoridades adelantan que esta situación podría significar una emergencia. Los llamados de los gobiernos van desde complicaciones en la cadena de suministros de alimentos, así como la interrupción de las carreteras, ferrocarril, cortes eléctricos por alto consumo, hasta el cierre de clases o incluso que las plantas de energía nuclear queden fuera de servicio.
Aunque las olas de calor pueden ser excusas para unas buenas vacaciones pueden poner en peligro la vida, especialmente para las personas mayores o debilitadas. Con el cambio climático, es probable que sean fenómenos mas generalizados, con temperaturas extremas pronosticadas inusuales.