Los japoneses comenzaron a votar este domingo en los comicios parciales a la Cámara Alta del Parlamento nacional, dos días después del asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe durante un acto electoral que no ha alterado el desarrollo de los comicios.
Los aproximadamente 46.000 puntos de votación repartidos por el archipiélago nipón abrieron hoy a las 07:00 hora local y cerrarán 13 horas más tarde, cuando comenzarán a conocerse los primeros sondeos a pie de urna sobre el resultado electoral.
En estos comicios están en juego 125 de los 248 escaños de la Cámara Alta, una de las dos que compone la Dieta de Japón y en la que se ratifican las iniciativas legislativas o las designaciones de primeros ministros antes aprobadas por la más poderosa Cámara Baja.
El gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) al que pertenecía Abe espera revalidar su amplia mayoría en este órgano, para cimentar el Gobierno que lidera Fumio Kishida en un momento marcado por la aceleración de la inflación en el país y por los desafíos de seguridad externos crecientes que afronta el archipiélago.
El PLD cuenta actualmente con 110 escaños en la Cámara Alta, a los que se suman 28 de su socio de coalición, el partido budista Komeito.
Para que la alianza gobernante mantenga su amplio dominio parlamentario deberán obtener al menos 56 escaños en los comicios de este domingo.
Otro punto clave será si la coalición en el poder y otros partidos afines a la reforma de la Constitución japonesa consiguen mantener o extender su representación parlamentaria de dos tercios, necesaria para sacar adelante esa controvertida iniciativa legislativa.
El PLD es el principal impulsor de la modificación del artículo pacifista de la Carta Magna nipona con vistas a dotar al país de más competencias en materia militar, algo que consideran necesario ante los desarrollos de Corea del Norte, China o Rusia, y que constituía una de las grandes prioridades políticas de Abe.
El ex primer ministro, que gobernó entre finales de 2012 y septiembre de 2020 siendo el más duradero en la historia del país y aún mantenía una enorme influencia en su partido, falleció el viernes tras ser tiroteado durante un mitin de campaña con un arma casera por un ex militar que fue arrestado en el acto.
La policía continúa investigando las motivaciones del presunto magnicida, identificado como Tetsuya Yamagami, quien confesó a las autoridades que decidió atacar a Abe por su supuesta vinculación a una organización religiosa que había causado problemas familiares al sospechoso.
El PLD y los partidos de la oposición mostraron una unidad total en la condena del atentado y a la hora de seguir adelante con la campaña electoral y con la cita en las urnas de este domingo -eso sí, entre medidas reforzadas de seguridad-, con vistas a defender la democracia japonesa y el derecho a voto de los ciudadanos.
(Con información de EFE)
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