Volodimir Zelensky advirtió este domingo al dictador bielorruso, Alexander Lukashenko, que no arrastre a su pueblo a la guerra de Rusia contra Ucrania.
“No debe arrastrar a Bielorrusia a la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y a la violación de todos los tratados internacionales, del derecho internacional en su conjunto”, manifestó el presidente ucraniano en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro australiano, Anthony Albanese, citado por la agencia Ukrinform.
Calificó de “peligrosa” la señal que desprenden las declaraciones de Lukashenko sobre un ejército unido de Bielorrusia y Rusia y sobre la decisión tomada ya “hace tiempo” de participar en lo que Moscú califica de “operación especial”.
“Creo que veremos el resultado de estas señales”, agregó, y dijo que en general le parece peligroso para el pueblo vecino bielorruso lo que está haciendo Lukashenko.
Por otra parte subrayó que no es un secreto para nadie el lanzamiento de misiles rusos contra Ucrania desde territorio bielorruso. Kiev dijo la semana pasada que los cohetes disparados desde Bielorrusia habían alcanzado una región fronteriza dentro de su territorio.
Lukashenko negó el sábado que su país pretendiera intervenir en el conflicto entre Rusia y Ucrania, pero lanzó una amenaza dirigida a Kiev y sus aliados occidentales.
“Como dije hace más de un año, no tenemos intención de luchar en Ucrania (...) Sólo lucharemos en un caso. Si ustedes entran en nuestra tierra, si matan a nuestra gente, entonces responderemos”, añadió, advirtiendo que Bielorrusia respondería “instantáneamente” a un ataque enemigo en su suelo.
Bielorrusia, aliada del Kremlin desde hace tiempo, ha apoyado la operación militar rusa en Ucrania desde el 24 de febrero, actuando como base de retaguardia de las fuerzas de Moscú.
Las tropas rusas cruzaron la frontera bielorrusa hacia Ucrania mientras intentaban, sin éxito, tomar la capital, Kiev.
Lukashenko depende en gran medida de Rusia militar y económicamente, y contó con el apoyo de su vecino para estabilizar su posición cuando estallaron las protestas generalizadas en 2020 tras unas elecciones que la oposición bielorrusa dice que robó.
Putin anunció la semana pasada que Moscú entregará a Bielorrusia misiles Iskander-M capaces de transportar armas nucleares “en los próximos meses”.
“Hace menos de un mes, ordené a nuestras fuerzas armadas que pusieran en nuestro punto de mira los centros de decisión de sus capitales”, dijo Lukashenko el sábado, citando los misiles prometidos por Putin y el lanzador de cohetes bielorruso Polonez.
Los Iskander-M, montados en rampas autopropulsadas, tienen un alcance de hasta 500 kilómetros.
El dictador bielorruso, además, dijo estar preocupado por los vuelos de entrenamiento de aviones de Estados Unidos y de la OTAN capaces de portar armas nucleares. “Ellos ensayan cómo transportar armas nucleares. Ustedes, por favor, ayúdennos a adecuar nuestros aviones”, dijo a Putin el mandatario bielorruso.
Y le pidió “adaptar” sus aviones capaces de transportar armas nucleares. “Muchos (aviones) Su-25 están en servicio en la fuerza aérea bielorrusa. Podrían ser mejorados de una forma apropiada. Esta modernización debe llevarse a cabo en las fábricas de aviones en Rusia y el entrenamiento del personal comenzar de acuerdo con ello”, afirmó Putin..
“Y estoy totalmente de acuerdo con usted de que hay que preocuparse de nuestra seguridad, de la seguridad de Unión Estatal (Rusia-Bielorrusia) y quizás de otros países de Organización del Tratado de Seguridad Colectiva”, agregó el ruso en alusión a la alianza que, además Rusia y Bielorrusia, integran Armenia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán.
El polémico anuncio llega horas después de que Ucrania denunciara un brutal ataque ruso perpetrado desde territorio biolerruso esta madrugada.
Desde el inicio de su invasión, Putin abordó en varias ocasiones, de manera más o menos directa, el tema del armamento nuclear ruso, algo que los países occidentales ven como amenazas tendientes a disuadirlos de que apoyen a Kiev.
Con información de EFE y AFP
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