Al salir victorioso tras la cumbre de la OTAN, el presidente turco ha dado otro titular, la pena capital regresará al país si se considera necesaria. Eso tras haber subrayado en Madrid que Suecia había prometido extraditar a “73 terroristas” a Turquía y que, de no cumplir con lo pactado, podría dar marcha atrás en su aprobación de la expansión de la OTAN. No es la primera vez que Recep Tayyip Erdogan introduce en el debate público la cuestión de la pena de muerte.
“Si es necesario, deberíamos traerlo de vuelta a la agenda y debatirlo. Deberíamos ver qué surge de este debate”, ha dicho Erdogan, en palabras recogidas por la cadena privada NTV. “Como dije anteriormente, si el Parlamento toma esta decisión como resultado del trabajo de nuestro Ministerio de Justicia, la aprobaré”, ha añadido. Por más de que Erdogan no ha mostrado su postura de manera explícita frente al asunto, sus repetidos intentos de abordar el tema y apuntar luego contra sus enemigos, dejan en claro cuál es su inclinación frente a la propuesta.
La iniciativa ha salido a la luz una vez más debido a que Erdogan visitó una zona del sur turco donde 4.500 hectáreas fueron arrasadas por las llamas y al haberse anunciado que un sospechoso había sido detenido, el presidente dijo que el castigo debería ser “intimidante, y si es pena de muerte, que sea pena de muerte”.
Turquía sustituyó la pena capital por la cadena perpetua agravada en el año 2004, como parte de los esfuerzos de formar parte de la Unión Europea. La última ejecución tuvo lugar durante el prólogo del sangriento golpe de Estado de 1980. Pero como en este momento Turquía se encuentra muy lejos de sumarse al bloque europeo, y Erdogan ha hecho una mala gestión de la economía del país y no tiene mucha popularidad hoy en día, comprende que este debate puede polarizar el país a beneficio propio.
En 2019 el presidente aseguró que acabar con la pena de muerte había sido “un error” y anteriormente, ya había hablado de la posibilidad de aplicar pena de muerte contra los asesinos de menores, contra miembros de organizaciones terroristas y contra el líder del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán), que se encuentra en prisión desde 1999.
Para poder llevar a cabo la reinstauración de la pena de muerte debe modificarse la Constitución de la República de Turquía que ha sido sometida ha múltiples reformas puntuales en los últimos veinte años. Principalmente, el Artículo 38 de la Carta Magna dice que “ni la pena de muerte ni la confiscación general deberían imponerse como castigos”. Sin embargo, para intentar cambiarlo, el gobierno necesita el apoyo de la oposición, en este caso el partido socialdemócrata CHP que en el año 2018 se pronunció en contra de la pena de muerte.
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