Temiendo que Rusia corte los suministros de gas natural, el jefe de la agencia reguladora de energía de Alemania llamó este sábado a la población a ahorrar combustibles y prepararse para el invierno, cuando el uso aumenta.
El presidente de la Agencia de la Red Federal Klaus Mueller sugirió a los dueños de casas y apartamentos que revisen sus calderas y radiadores y que los limpien y ajusten para maximizar su eficiencia.
“El mantenimiento puede reducir el consumo de gas por entre 10% y 15%”, dijo el funcionario a Funke Mediengruppe, una editora de diarios y revistas.
Mueller dijo que los residentes y dueños de propiedades necesitan usar las 12 semanas que quedan antes de que comience el frío para prepararse. Agregó que las familias deberían comenzar a hablar ahora sobre “si cada habitación tiene que ser colocada en su temperatura usual en el invierno o si algunas pueden ser un poco más frías”.
El pedido se produjo luego de que Rusia disminuyó su suministro de gas natural a Alemania, Austria, Eslovaquia, Italia y República Checa este mes, cuando las naciones de la Unión Europea tratan de llenar sus reservas con el combustible empleado para generar electricidad y calentar viviendas en el invierno.
El gigante estatal de energía ruso Gazprom atribuyó a problemas técnicos la reducción del volumen de gas natural que envía por el gasoducto Nord Stream 1, que va de Rusia a Alemania, bajo el Mar Báltico.
La compañía dijo que las reparaciones de equipo en Canadá estaban varadas allí debido a las sanciones occidentales a Rusia por su invasión a Ucrania.
El vicecanciller alemán Robert Habeck, que es además el ministro de Economía y del Clima y es el responsable nacional para temas de energía, ha advertido que es posible un “bloqueo” del gasoducto a partir del 11 de julio, cuando debe comenzar el mantenimiento regular. En veranos previos, el trabajo ha implicado cerrar el Nord Stream 1 por unos 10 días, dijo.
Mueller también sospecha que el próximo cierre temporal del gasoducto Nord Stream 1, que Rusia suele iniciar anualmente el 11 de julio para examinar el estado de las instalaciones, puede acabar siendo el prolegómeno de una suspensión completa en represalia por las sanciones internacionales vinculadas a la invasión rusa de Ucrania.
El próximo mantenimiento de rutina del gasoducto podría “convertirse en un mantenimiento político que dure más tiempo”, declaró Mueller en comentarios a los medios del conglomerado Fuenke.
Alemania, la economía más grande de la Unión Europea, depende mucho del gas de Moscú para generar electricidad y mantener su industria en marcha.
La UE, que antes de la invasión en Ucrania recibía el 40% de su gas de Rusia, ha presentado planes para reducir las importaciones en dos tercios para finales de año y abandonar por completo el gas ruso para 2027. El bloque ya ha dicho que vetará el carbón ruso a partir de agosto y la mayoría del petróleo ruso en seis meses.
Hay esfuerzos en marcha para conseguir más gas por gasoducto de Noruega y de Azerbaiyán, mientras que se espera que la aceleración de proyectos de conservación y energía renovable juegue un papel menor. Alemania, que no tiene terminales de gas natural licuado, ha encargado cuatro terminales flotantes, dos de las cuales deberían entrar en funcionamiento este año.
Pese al énfasis en energías renovables, la crisis está empujando a los países de vuelta a los combustibles fósiles. Alemania está impulsando legislación para reactivar centrales eléctricas de carbón como un parche temporal, pese a sus planes de abandonar el carbón por completo para 2030.
Por otro lado, un corte total del suministro dispararía los precios de gas hacia su récord de 206 euros por megavatio hora del 7 de marzo, lo que impulsaría aún más la inflación. A principios de 2021, antes de que Rusia acumulara tropas en la frontera con Ucrania, el gas costaba unos 19 euros por megavatio hora.
Por Kirsten Grieshaber (Associated Press)
SEGUIR LEYENDO: