“Necesitamos sistemas mucho más modernos, artillería moderna”, reclamó Volodimyr Zelensky en una intervención por videoconferencia en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) la última semana y recordó que Rusia sigue recibiendo miles de millones cada día y los gasta en la guerra. “Nosotros tenemos un déficit multimillonario, no tenemos petróleo ni gasolina para cubrirlo”, insistió. Es que Ucrania, afirmó su presidente, necesita unos 5.600 millones de dólares al mes para su defensa.
Mientras el pedido de envío fluido de armas se multiplica ya en tono desesperado, muchos gobiernos han hecho nuevas promesas de apoyo a Ucrania, incluyendo más armas pesadas y ayuda financiera.
Desde que comenzó la invasión rusa, los aliados occidentales enviaron armamentos a Ucrania para ayudar a las fuerzas ucranianas a contener el avance de las tropas de Putin. Hasta el momento, los paquetes de armas provistos por Estados Unidos a Ucrania se centraron en los misiles antitanque Javelin y antiaéreos de corto alcance Stinger, así como drones suicidas Switchblade 300. Además, Washingtonprometió enviar el Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (Himars).
El Reino Unido, por su parte, también envió miles de misiles, entre los que se destacan los STARStreak, mientras que países como Alemania y Grecia han colaborado por tanques.
Según los datos recogidos en la última actualización del Rastreador de Apoyo a Ucrania del Instituto de Economía Mundial de Kiel, un instituto de investigación alemán, el volumen de ayuda armamentística prometida -incluido el armamento pesado- ha aumentado notablemente en las últimas semanas (datos recogidos hasta el 7 de junio).
“En total, rastreamos USD 88.647 millones en compromisos de gobierno a gobierno desde el 24 de enero de 2022 hasta el 7 de junio”, informa el periódico. Los totales son una combinación de ayuda financiera, humanitaria y militar.
Estados Unidos sigue siendo el mayor contribuyente global, con USD 44.532 millones, es decir, aproximadamente la mitad de los compromisos, mientras que la UE ha aportado USD 28.365 millones entre países e instituciones europeas. “Es notable que sólo Estados Unidos haya comprometido bastante más que todos los países de la UE juntos, en cuya vecindad inmediata se desarrolla la guerra”, señala el documento.
En cuanto a la ayuda estrictamente militar, Estados Unidos aportó USD 25.450 millones y un 10% de la ayuda estadounidense viene directamente en forma de material o equipo, como misiles o helicópteros.
Así, Estados Unidos sigue superando a todos los demás países. Polonia le sigue de cerca, habiendo enviado todo lo que prometió. Luego se posicionan Reino Unido, Canadá, Noruega, Estonia y Letonia.
Este último dato es llamativo ya que Letonia -con solo una población de 1,8 millones de habitantes- ha entregado más que Alemania, Francia e Italia. El instituto Kiel advierte que puede haber “apoyo oculto”, pero que “estos países acabaron revelando el valor de la mayor parte de su ayuda militar”.
“Los datos muestran que Alemania ha hecho grandes anuncios, pero pocas entregas reales. A diferencia de muchos otros, aún no ha enviado armas pesadas y sólo un tercio del apoyo militar prometido ha llegado realmente a Ucrania. Esto ayuda a explicar los llamamientos urgentes del gobierno ucraniano al gobierno alemán”, dice Christoph Trebesch, director de investigación del Instituto de Kiel y jefe del equipo que recopila el Rastreador de Apoyo a Ucrania.
El estudio revela que los donantes más importantes han prometido a Ucrania más de USD 31.287 millones de ayuda presupuestaria, pero desde febrero sólo se han desembolsado unos USD 6,257millones de euros. El resultado es un creciente déficit de financiación.
“Además de las armas, la ayuda financiera es cada vez más urgente, ya que ha llegado muy poco a Ucrania. La guerra está provocando el colapso de los ingresos fiscales y el aumento de los costes fiscales, por ejemplo, para pagar a los soldados y reparar las infraestructuras esenciales. Esto pone en tensión el presupuesto del Estado.
El Fondo Monetario Internacional estima que Ucrania necesita unos USD 5.214 millones de financiación exterior al mes, lo que supone una suma de al menos USD 15.643 millones a partir de junio. Como los desembolsos de financiación exterior han sido mucho más bajos que eso, el banco central de Ucrania ha tenido que reaccionar ahora con una fuerte subida de los tipos de interés, lo que ha provocado más dolor económico”, dijo Trebesch. “Otro motivo de preocupación es que la ayuda de la UE llega en su mayor parte en forma de préstamos que hay que devolver, lo que se suma a la gran carga de la deuda de Ucrania. En comparación, EEUU ha comprometido sobre todo subvenciones no reembolsables”.
“El apoyo movilizado a Ucrania por la UE y sus Estados miembros sigue siendo relativamente pequeño teniendo en cuenta lo que está en juego en esta crisis. En respuesta a la guerra, casi todos los países de la UE han movilizado hasta ahora más fondos para sus prioridades de gasto interno, que para la propia Ucrania”, afirma Trebesch.
El alcalde de Kiev y excampeón mundial de boxeo de los pesos pesados, Vitali Klitschko, también participó de la cumbre de la OTAN y fue contundente: “Necesitamos sistemas anticohetes. Vemos que cada día los cohetes rusos destruyen nuestras ciudades, matan a civiles y destruyen las infraestructuras”. Y sentenció: “El apoyo a Ucrania es clave para que la paz vuelva a Europa”.
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