Al menos 21 personas murieron y decenas resultaron heridas este viernes en dos bombardeos en la región de Odessa, un puerto ucraniano del mar Negro, denunciados por el presidente Volodymyr Zelensky como un ataque “deliberado” de las fuerzas rusas.
Los misiles impactaron en un edificio de apartamentos y en un centro recreativo de Bilhorod-Dnistrovsky, unos 80 kilómetros al sur de Odessa.
El balance de muertos “se elevó a 21″, incluyendo un niño de 12 años, dijo Sergéi Brachuk, subjefe del distrito de Odesa, que previamente había señalado 19 decesos.
Los servicios de emergencia precisaron que 16 personas murieron en el edificio y cinco en el centro recreativo y que ambos ataques dejaron al menos 39 heridos.
Brachuk indicó que la incursión fue llevada a cabo por dos aviones procedentes del mar Negro, que dispararon misiles “muy pesados y muy potentes”.
“Se trata de un ataque selectivo y deliberado de Rusia (...), un acto de terror ruso contra nuestras ciudades y pueblos, contra nuestra población, adultos y niños”, denunció Zelensky.
Aumento de ataques rusos
Rusia está utilizando misiles imprecisos procedentes de antiguas reservas soviéticas para más del 50% de sus ataques en Ucrania y el ritmo de los mismos se ha duplicado con creces en las últimas dos semanas, declaró el jueves un general de brigada de las fuerzas armadas ucranianas.
Los misiles rusos han alcanzado una serie de objetivos en Ucrania en los últimos días, matando a un civil en un bloque de apartamentos en Kiev el sábado y al menos 18 más en un centro comercial en la ciudad central de Kremenchuk el lunes.
Rusia, que invadió Ucrania el 24 de febrero, niega haber atacado a civiles y dice que sólo apunta a infraestructuras militares.
El general de brigada Oleksii Hromov dijo en una conferencia de prensa el jueves que Rusia está tratando de golpear la infraestructura militar y crítica, pero que el uso de viejos misiles soviéticos que son menos precisos está provocando una pérdida significativa de vidas civiles.
Su análisis difiere del de algunos políticos ucranianos que acusan a Rusia de atacar deliberadamente a la población civil para sembrar el pánico.
“Los objetivos del enemigo siguen siendo las instalaciones militares, las infraestructuras críticas y la industria, las redes de transporte. Al mismo tiempo, la población civil sufre importantes pérdidas debido a los ataques (mal dirigidos)”, dijo Hromov.
“Para llevar a cabo los ataques con cohetes, el enemigo utiliza en más del 50% (de los casos) misiles de la reserva soviética, que no son suficientemente precisos. Como resultado, los edificios civiles son alcanzados”, señaló.
Según afirmó, en la segunda quincena de junio se habían disparado 202 misiles contra Ucrania, lo que supone un aumento de 120 con respecto a la primera quincena del mes. Estimó que fueron alcanzados 68 emplazamientos civiles en la segunda mitad de este mes.
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