El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, prometió este jueves no “abandonar” a Hong Kong, en una declaración durante el 25 aniversario de la retrocesión de ese territorio semiautónomo a China.
“No abandonamos a Hong Kong”, declaró el líder británico en un video difundido en Twitter. “Hace 25 años, hicimos una promesa al territorio y a su pueblo y tenemos la intención de cumplirla, de hacer todo lo que podamos para que China cumpla sus compromisos y Hong Kong sea nuevamente dirigido por y para sus habitantes”, agregó.
“Sencillamente, no podemos obviar el hecho de que, desde hace tiempo, Beijing no cumple con sus obligaciones”, añadió, mientras Hong Kong celebra el histórico aniversario del traspaso con la visita del líder chino Xi Jinping. “Es un estado de cosas que amenaza tanto los derechos y libertades de los hongkoneses como el continuo progreso y prosperidad de su hogar”.
El aniversario de este viernes marca el ecuador del modelo de gobierno de 50 años acordado por el Reino Unido y China, según el cual la ciudad mantendría cierta autonomía y libertades.
Pero Londres se ha vuelto cada vez más crítico con el régimen chino en la ciudad después de que Beijing impusiera en 2020 una dura ley de seguridad nacional tras las enormes y a veces violentas protestas que se produjeron en Hong Kong el año anterior.
En respuesta, el Reino Unido ha comenzado a ofrecer una vía de acceso a la ciudadanía para los titulares de pasaportes nacionales británicos (de ultramar) y sus familias de la ciudad. “No es de extrañar que 120.000 hongkoneses y sus familias hayan emprendido ya ese camino”, dijo Johnson en su discurso por video.
Johnson calificó al Reino Unido como “un lugar donde se respeta y no se criminaliza la libertad de expresión, de reunión y de asociación”, aunque los críticos han acusado a su gobierno de tratar las protestas de forma cada vez más draconiana.
El jueves, durante su primera visita desde que el movimiento democrático del centro de negocios fue aplastado en 2020, Xi dijo que Hong Kong había “renacido del fuego y emergido con una robusta vitalidad”. “Los hechos han demostrado que Un País, Dos Sistemas tiene una gran vitalidad”, dijo, refiriéndose a las promesas que hizo Beijing en 1997 de que la ciudad mantendría un alto grado de autonomía y un poder judicial independiente.
También acordó que el líder de Hong Kong sería nombrado por Beijing sobre la base de elecciones o consultas locales.
Sin embargo, haciéndose eco de Johnson, la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, declaró que en los dos últimos años se había producido “una erosión constante de los derechos políticos y civiles” en la ciudad.
“Las autoridades han reprimido a la oposición, han criminalizado la disidencia y han expulsado a cualquiera que pueda decir la verdad al poder”, afirmó.
“El Reino Unido sigue apoyando sin fisuras a Hong Kong”, dijo Truss, añadiendo que Londres estaba “trabajando con nuestros aliados y socios como parte de una red global de libertad para hacer que China”.
Con información de AFP
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