La propiedad de uno de los grandes imperios de la economía y las finanzas italianas toma una nueva forma con la muerte de Leonardo Del Vecchio, fundador de la empresa de anteojos Luxottica y segunda persona más rica de Italia.
Del Vecchio, quien fundó su imperio de anteojos en un tráiler y convirtió un objeto cotidiano en un artículo de moda mundial, ocupó en la lista de Forbes de las personas más ricas del mundo el puesto 60, con activos por 24.500 millones de dólares.
Desde un comienzo en un orfanato de Milán, Del Vecchio se convirtió en uno de los industriales más ricos de Italia. Al globalizar los anteojos de moda, Luxottica ahora fabrica marcos para docenas de nombres estelares de la moda, incluidos Armani, Burberry y Chanel.
El imperio de Del Vecchio se expandió con un acuerdo, anunciado en 2018, con la francesa Essilor. Ese acuerdo creó una entidad masiva con más de 140.000 empleados en 150 países, siendo la compañía de anteojos que cotiza en bolsa más grande del mundo.
Tras su muerte este lunes, bajo la lupa está ahora cómo se repartirá la herencia del magnate italiano quien, a diferencia de algunos de los industriales más llamativos de Italia, como Silvio Berlusconi y Gianni Agnelli de Fiat, mantuvo un perfil bajo, hasta el punto de que los medios italianos lo apodaron “Sr. Nadie.”
El patrimonio de Del Vecchio
La gran mayoría del patrimonio neto de Del Vecchio está compuesto por su participación en EssilorLuxottica.
Los otros activos son una participación de casi el 10% en la aseguradora italiana Generali, por un valor aproximado de 2.600 millones de dólares; hasta el 19,5% del banco italiano Mediobanca; el 27% de la sociedad de inversión inmobiliaria francesa Covivio y alrededor del 1,9% del banco italiano Unicredit.
Del Vecchio también era propietario del yate Moneikos de 62 metros valorado en 26 millones de dólares, así como de otros activos por casi 80 millones de dólares, incluidos bienes inmuebles en Mónaco, Francia y Luxemburgo, un jet privado Gulfstream G650, un puerto deportivo para yates en el mar Adriático y un 13 % de participación en Luxair, la aerolínea de bandera de Luxemburgo. Forbes también estima que Del Vecchio y Delfin tenían una deuda de aproximadamente USD 3.1 mil millones.
Cómo se repartirá la herencia
En los últimos años Del Vecchio se cuidó de mantener el vehículo financiero de su familia, el holding Delfín. En 2014, según Forbes, tras un proceso de reorganización societaria, Del Vecchio tenía una participación directa del 25% para sí mismo. El 75% restante se había repartido entre los hijos.. Bajo el paraguas de Delfín también hay participaciones considerables en compañías bancarias y de seguros.
Del Vecchio se casó tres veces, incluidas dos veces con su segunda esposa, Nicoletta Zampillo. Tuvo seis hijos: un hijo Claudio (65) y dos hijas, Marisa (63) y Paola (61), de su primer matrimonio con Luciana Nervo; un hijo, Leonardo María (27) de su matrimonio con Zampillo; y dos hijos, Luca (21) y Clemente (18), con Sabina Grossi, ex inversionista del grupo, según medios italianos.
Según medios italianos, Nicoletta Zampillo heredará el 25% de la financiera Delfín. Los seis hijos, en cambio se repartirán el resto en partes iguales, 12,5% cada uno, convirtiéndose en multimillonarios.
Leonardo María, de 27 años, es el único hijo que en la actualidad trabaja en Luxottica.
Del Vecchio sin embargo estableció que la familia debía permanecer fuera de la vida de las empresas, limitándose al rol de accionista.
Según Forbes, es probable que la herencia de Del Vecchio pase a sus herederos prácticamente libre de impuestos. En Luxemburgo, donde tiene su sede el holding Delfin, no grava la herencia si el difunto no era residente del país. Mientras que Mónaco, donde Del Vecchio residió hasta su muerte, no aplica el impuesto de sucesiones sobre los bienes transmitidos a los cónyuges o descendientes directos.
Cinco de los seis hijos de Del Vecchio viven en Italia, mientras el mayor Claudio vive en una finca de nueve habitaciones en Long Island, que está a la venta desde principios de 2021 por USD 11 millones.
Del Vecchio y las futuras decisiones en el holding familiar
Pero ¿Qué pasaría en caso de una alianza entre su esposa Nicoletta y su hijo Leonardo María? Este posible bloque tendría una mayoría relativa para potencialmente tomar decisiones sobre el futuro de la empresa.
Pero la posibilidad sería evitada por el estatuto de Delfín: Morgan Stanley recuerda que las reglas internas de Delfín establecen que “cualquier resolución o propuesta relevante para modificar el estatuto, el nombramiento del directorio, la venta de inversiones debe ser adoptada con el voto del 88% de los el capital con derecho a voto “y por tanto” por unanimidad en consideración a que la participación individual de cada accionista minoritario es del 12,5%”.
Un umbral claramente no accidental.
Del Vecchio deseaba así garantizar la colegialidad de las decisiones estando siempre en contra de la participación de miembros de la familia en el liderazgo de su imperio.
Según explicó él mismo en una entrevista: “En mi opinión, los hijos no deberían tener responsabilidades de alta dirección y no deberían sentarse en la junta directiva. La razón es muy simple: puedes despedir a un gerente, aunque cueste mucho, pero a un hijo no lo puedes despedir”.
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