La Unesco ha podido verificar que 152 monumentos o lugares históricos protegidos han sufrido daños en Ucrania a causa de la invasión rusa, unos 60 más que en su anterior evaluación, señaló este jueves la organización.
En total, sus expertos han podido comprobar que 70 edificios religiosos, 30 históricos, 18 centros culturales, 15 monumentos, 12 museos y siete bibliotecas están parcial o totalmente destruidas por los combates.
“El patrimonio cultural, en todas sus formas, no puede ser considerado un objetivo” de la guerra, indicó la directora general de la Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay.
La región de Donetsk, con 45 lugares afectados, la de Kharkiv, con 40, y la de Kiev, con 26, han sufrido tres cuartas partes de los daños.
Desde el inicio de la invasión, la Unesco adoptó una serie de medidas para prevenir la destrucción de lugares protegidos y asesora a los profesionales para inventariar y evitar al máximo los daños.
Además, se han identificado algunos refugios para poner a salvo objetos que pueden ser desplazados, al tiempo que se han reforzado los dispositivos anti-incendios de algunos de esos lugares.
La Unesco colabora con las autoridades ucranianas para marcar con el distintivo azul los lugres protegidos, lo que indica que dañarlo puede provocar consecuencias para los autores.
El Ministerio de Cultura de Ucrania tiene denuncias de más de trescientos lugares de interés patrimonial atacados desde que el pasado 24 de febrero comenzó la invasión rusa.
Solo en Kharkiv, la segunda mayor ciudad ucraniana, en el este del país, han sufrido daños el Museo del Arte, con la paradoja de que alberga cuadros de artistas rusos, la Filarmónica, el Teatro de la Ópera y Ballet, la Biblioteca Científica Nacional, sus catedrales, varias iglesias como la de la Santa Fiel Reina Tamara, que también paradójicamente corresponde al patriarcado ortodoxo de Rusia.
Son monumentos más conocidos, como otros atacados cerca de Kiev, en Chernígov o Mariupol, pero otros ha sido destruidos en pequeños pueblos donde la pérdida de este patrimonio es menos visible, o en zonas donde sigue la guerra y no se ha podido documentar.
Un misil impactó una noche en el museo dedicado al filósofo Hryhoriy Skovoroda en Skovorodynivka, una localidad cerca de Kharkiv.
La imagen de este erudito del siglo XVIII aparece en los billetes de quinientas grivnas, la moneda ucraniana, pero ha quedado borrada aquí por la destrucción y el incendio que provocó el proyectil en la que fue su residencia, convertida en museo.
(Con información de EFE)
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