El estado australiano de Victoria ha aprobado una ley que prohíbe mostrar en público el símbolo nazi de la esvástica para evitar que se use para incitar al odio y el antisemitismo, la primera medida de este tipo en el país.
“En nuestra estado, nadie tiene el derecho a propagar racismo, odio o antisemitismo. Nunca. Por eso anoche aprobamos una ley para prohibir el símbolo nazi. Y ahora es una ley”, indicó este miércoles el jefe del Gobierno de Victoria, Dan Andrews, en Twitter.
La ley, aprobada el martes por el Parlamento de Victoria y que entrará en vigor dentro de seis meses, convierte en delito exhibir públicamente la esvástica nazi y lo castiga con hasta 12 meses de cárcel y multas de hasta 22.000 dólares australianos (15.197 dólares estadounidenses), según un comunicado del Gobierno local.
La norma no afectará a la exhibición de la esvástica en el marco de algunas culturas como el budismo y el hinduismo, que usan este símbolo desde hace miles de años, mucho antes de que se lo apropiaran los nazis en la Alemania de los años 1920.
El Gobierno indicó que vigilará el uso de los símbolos de odio y considerará la inclusión de más simbología de este tipo en la ley.
“El símbolo nazi glorifica una de las ideologías más aborrecibles de la historia. Su exhibición pública no hace sino causar dolor y división”, señaló la fiscal general de Victoria, Jaclyn Symes.
En abril del año pasado, el jefe de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO, siglas en inglés), Mike Burgess, alertó de un incremento de la actividad de grupos de extrema derecha dentro y fuera de internet.
Burgess advirtió que los principales riesgos de ataques en Australia provienen de grupos radicales islamistas y de supremacistas, al tiempo que señaló un aumento de la “violencia racista y nacionalista”.
A principios de este año, los servicios de inteligencia descubrieron la presencia de pequeños grupos de extrema derecha en las marchas contra la obligatoriedad de las mascarillas y las vacunas contra el COVID-19.
Brenton Tarrant, el autor del ataque supremacista contra dos mezquitas en Nueva Zelanda que causó 51 muertos en 2019, era australiano y su acción criminal ha servido de inspiración para algunos grupos de extrema derecha.
(Con información de EFE)
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