Fuentes ucranianas advirtieron este domingo que la situación en el frente de la región de Kharkiv, ubicada al norte del país, es “bastante complicada” y que la zona fue blanco de varios ataques de la artillería rusa que dejaron al menos un muerto.
Vadym Denysenko, asesor del ministro ucraniano del Interior, afirmó en declaraciones citadas por la agencia Ukrinform que las tropas rusas están tratando de recuperar territorio en la zona de Kharkiv, ciudad próxima a la frontera con Rusia y segunda mayor del país tras la capital, Kiev.
Después de haberse visto obligados a replegarse en mayo, los rusos pretenden ganar terreno para llevar el frente a Kharkiv una vez más e incrementar su capacidad de asediar la ciudad con fuego de artillería, aseguró el asesor ucraniano.
Aunque la situación es “bastante complicada”, Denysenko aseguró que está “controlada” y que el Ejército ruso no ha sido capaz por el momento de progresar en zonas clave del frente de guerra, como la ciudad de Severodonetsk, más al sur, que está tratando de tomar desde hace semanas.
Por otro lado, el jefe de la administración regional de Kharkiv, Oleh Syniehubov, anunció en Telegram que un hombre de 73 años ha muerto y cinco han resultado heridas en ataques rusos en el distrito de Izium, al sur de la provincia, en las últimas 24 horas.
Las fuerzas rusas han disparado contra también objetivos de la infraestructura de la región, incluidas zonas industriales en los suburbios de Kharkiv y una refinería en la ciudad de Izium, en un ataque que causó un gran incendio pero no dejó heridos, afirmó Syniehubov.
En referencia a la capital del “oblast”, agregó que “las fuerzas de ocupación continúan aterrorizando a la población civil de la ciudad con bombardeos de artillería constantes”.
“No pierdan los nervios y reaccionen ante las alarmas,” conminó a los habitantes de Kharkiv.
Por su parte, los civiles y combatientes ucranianos atrincherados en la planta química de Azot, en la ciudad de Severodonetsk, resisten a duras penas el bombardeo del Ejército ruso, pero rechazan, por el momento, las demandas de rendirse o deponer las armas.
“Les hemos propuesto muchas veces (a los civiles) ser evacuados, pero no quieren”, aseguró Serhiy Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, según la agencia UNIAN.
Mientras Moscú acusa a las tropas ucranianas de utilizar a los civiles, como ocurriera en Mariúpol, como “escudo humano”, Kiev denunció hoy nuevos bombardeos masivos, lo que convierte en “imposible” un posible repliegue de civiles y militares.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, anunció hace dos semanas el control sobre Severodonetsk, pero este no será completo hasta la toma del polígono industrial, es decir de Azot.
Gaidai estimó en 568 el número de civiles refugiados en la planta, entre ellos 38 niños. Se trata de los trabajadores de la planta, sus familias y algunos vecinos de Severodonetsk que se niegan a marcharse a toda costa.
“Salir, ahora, es imposible. Físicamente, es posible, pero es muy peligroso debido a los constantes disparos y bombardeos. Si alguien sale, tiene un 99 % de posibilidades de morir”, dijo el funcionario.
Al mismo tiempo, negó cualquier paralelismo con Azovstal, aduciendo que esta no es una gran zona industrial comunicada a través de túneles, sino varios refugios subterráneos separados unos de otros.
Según las autoridades locales, esos civiles cuentan con suficientes víveres, aunque estos no han sido completados en las últimas dos semanas.
Mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró el viernes que no quiere convertir las ciudades conquistadas en el Donbás “en una especie de Stalingrado”, Kiev acusa a Moscú de transformar Severodonetsk y sus alrededores en una segunda Mariúpol por la intensidad de los bombardeos.
Con información de EFE
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