Un tribunal japonés confirmó la constitucionalidad de la prohibición al matrimonio de personas del mismo sexo, en una decisión que ha sido recibida con consternación y rechazo por parte de la población LGBTIQ+ del país.
El fallo del lunes fue dictado por el tribunal de distrito de Osaka, en el sur de Japón, donde tres parejas demandaron al estado por no permitir que personas del mismo género se casen. En su decisión, el tribunal argumentó que tal prohibición era legal porque el matrimonio era “entre un hombre y una mujer”.
“La realidad es que el vínculo humano entre un hombre y una mujer forma el núcleo de la familia, la unidad grupal natural y fundamental que constituye y sustenta nuestra sociedad”, afirmó el fallo. También desestimó su reclamación por daños y perjuicios de un millón de yenes (7.414 dólares) por pareja.
El fallo ha sido recibido con conmoción e ira por parte de los activistas LGBTQ de Japón. Muchos esperaban una decisión a su favor ya que el país ha estado avanzando para expandir el reconocimiento de parejas del mismo sexo.
La decisión del tribunal de Osaka es exactamente opuesta a la del tribunal de distrito de Sapporo, que decidió en marzo del año pasado que era inconstitucional prohibir que las parejas del mismo sexo se casaran. Era la primera vez que el poder judicial de Japón reconocía la legalidad de este tipo de uniones y se esperaba que allanara el camino para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Y justo el 15 de junio, el gobierno metropolitano de Tokio aprobó un proyecto de ley que garantiza certificados de asociación a las uniones del mismo sexo, convirtiéndose en la región japonesa más poblada en hacerlo.
Pero estos certificados no tienen el mismo peso que el matrimonio legal. Permiten a las parejas de la capital japonesa acceder a ciertos tipos de seguros de vida, recibir descuentos familiares y ser reconocidos como familia al solicitar la residencia en vivienda pública. Sin embargo, las parejas del mismo sexo todavía no tienen derechos de paternidad sobre los hijos del otro.
Soyoka Yamamoto, representante de Partnership Act for Tokyo, una organización sin fines de lucro que ayudó a expandir el reconocimiento legal a las parejas del mismo sexo en la capital, dijo en conversación con el medio Vice que la decisión judicial del lunes fue “inexplicablemente desafortunada”.
“Vivo con mi pareja del mismo sexo, pero vivo en constante ansiedad porque no podemos casarnos”, dijo. Agregó que sentía que el poder judicial no estaba desempeñando sus funciones innecesarias al garantizar la igualdad para todos, un derecho constitucional en Japón.
También se han presentado demandas que impugnan la prohibición del gobierno japonés del matrimonio entre personas del mismo sexo en Nagoya, Fukuoka y Tokio. El próximo fallo judicial se conocerá en noviembre en el juzgado de distrito de la capital.
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