El gran secreto de Vladimir Putin podría desmoronarse a través de las líneas de código fuente de una filtración de correos electrónicos. Una investigación periodística halló que múltiples propiedades y cuentas por un valor de hasta 4.500 millones de dólares comparten un único servidor de correo electrónico, una pista de asociación que podría desentrañar el misterio más protegido del presidente ruso: su enorme fortuna.
Conocer el patrimonio real del jefe del Kremlin ha sido el objeto de deseo por parte de periodistas y opositores, ya que oficialmente Putin solo consigna un pequeño piso en San Petersburgo, dos coches de la época soviética de los años 50, un remolque y un pequeño garaje. Se ha hablado de numerosos testaferros y su círculo íntimo de oligarcas, así como de fastuosas propiedades en el extranjero y cuentas gigantescas.
Un detalle que podría pasar desapercibido fue detectado por periodistas de la Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP, Proyecto de denuncia de la corrupción y el crimen organizado) y del sitio ruso Meduza, que lograron vincular un dominio de correo electrónico compartido por 86 empresas que poseen más de 4.500 millones de dólares en bienes inmuebles, yates, jets privados y activos financieros que ya habían sido atribuidos a Putin.
No se trata de un servidor común y abierto como Gmail o Yahoo. Es uno privado para cuentas corporativas, LLCinvest.ru, un servicio web alojado en una empresa informática rusa, Moskomsvyaz, cuyos datos se filtraron el año pasado, y que tiene estrechos vínculos con el sancionado Banco Rossiya, muy cercano a Putin.
Los intercambios de correos electrónicos mostraron una familiaridad entre las entidades que gestionan estos activos, señales de formar parte de una única organización. “LLCInvest parece sobre todo una cooperativa, o una asociación, en la que sus miembros pueden intercambiar beneficios y propiedades”, dijo a los investigadores un experto contra la corrupción en Rusia, con la sospecha de una gestión común de los bienes.
Bajo este esquema, OCCRP y Meduza identificaron los valiosos activos vinculados a las organizaciones que usan el dominio LLCinvest.ru, entre los que se destacan: un palacio de más de 1.200 millones de dólares en Gelendzhik, en la costa del Mar Negro; hectáreas de viñedos alrededor de ese palacio; una estación de esquí en Igora (Leningrado), donde fue la boda de una hija de Putin; una villa al norte de San Petersburgo, conocida por los vecinos como la “Dacha de Putin”; una mansión conocida como Villa Sellgren a orillas del Golfo de Finlandia, un edificio revestido de madera al norte de San Petersburgo conocido como la Cabaña del Pescador; yates de lujo; y grandes depósitos de efectivo manejadas por dos ONG, por casi 400 millones de dólares, según los balances públicos de fines de 2020.
Buena parte de los propietarios de las firmas involucradas en el servidor son amigos y socios de Putin formó en los años 90, cuando todavía era un ascendente funcionario en San Petersburgo. La mayoría son empresas con mínima presencia pública, con una excepción: Russair. Se trata de un operador comercial áereo, mayormente privado, con vuelos chárters que muchas veces han sido vinculados al entorno de Putin, y que misteriosamente rechazó sus servicios cuando un reportero del OCCRP llamó para consultar por ellos.
Hace 10 años, el empresario Sergei Kolesnikov había denunciado una estructura muy parecida a la de LLCInvest y desde entonces tuvo que exiliarse en el extranjero. Según explicó en una explosiva carta, una trama corrupta de oligarcas tenía como base un “fondo de inversión” que beneficiaba a Putin, canalizando el dinero de proyectos solidarios para ser invertidos en empresas bajo supervisión del hombre más poderoso de Rusia, que podía desviar las cuentas a su conveniencia.
La empresa se disolvió tras la denuncia, pero le método es similar al que estaría siendo empleado por LLCInvest, solo que con más recaudos de secretismo y menor formalidad.
Solo una persona de las que utilizaron los correos del servidor respondió a las consultas de la OCCRP, bajo condición de anonimato. Según explicó, es director de múltiples empresas, pero afirmó desconocer de qué se trata su trabajo. “Sólo firmo papeles. Ya sabe que a veces los indigentes se registran como directores de una empresa. Yo no soy un indigente, pero firmo los papeles como ellos, sin entrar en detalles”, explicó. “Si mi empresa formara parte de un gran holding, no lo sabría”, añadió.
Por su parte, el gobierno ruso negó las afirmaciones de los periodistas sobre la presunta fortuna presidencial. Un vocero del Kremlin declaróa los periodistas de la investigación: “El presidente de la Federación Rusa no tiene ninguna relación ni afiliación con los objetos y organizaciones que usted ha nombrado”.
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