El presidente francés, Emmanuel Macron, elogió este jueves el “heroísmo” de los ucranianos, tras una breve visita a la ciudad de Irpin, en las afueras de Kiev, destrozada en las primeras semanas de la invasión rusa.
“Todos hemos vistos estas imágenes de una ciudad devastada, que es a la vez una ciudad heroica, ya que es aquí, entre otros lugares, que los ucranianos detuvieron al ejército ruso que bajaba hacia Kiev. Representa el heroísmo del ejército, pero también el de la población ucraniana”, declaró el mandatario francés.
Macron, en declaraciones a varios medios franceses, dijo haber visto “las trazas, los estigmas de la barbarie” en Irpin, “un lugar que ha sido destruido”. Recordó que el Ejército ruso en esta guerra ha ocupado también “otras ciudades en las que se perpetraron masacres. Hemos visto las primeras trazas de lo que son crímenes de guerra”.
En respuesta a una pregunta sobre sus anteriores comentarios de que no hay que humillar a Rusia, Macron dijo que “Francia ha estado al lado de Ucrania desde el primer día.” Y añadió: “Estamos con los ucranianos sin ambigüedades. Ucrania debe resistir y ganar”, dijo a los periodistas.
El mandatario francés llegó acompañado de los dirigentes de Alemania, Olaf Scholz, de Italia, Mario Draghi, y de Rumanía, Klaus Iohannis.
Este viaje “es un mensaje de unidad europea a los ucranianos y las ucranianas, de apoyo para hablar a la vez del presente y del futuro, porque sabemos que las próximas semanas serán muy difíciles”, declaró previamente Macron, a la llegada a la capital, Kiev.
El canciller alemán por su parte, señaló antes de esa llegada que “es importante que los jefes de gobierno de los tres grandes países, que ya estaban presentes en la fundación de la Comunidad Económica Europea, viajen a Kiev y muestren su apoyo a Ucrania y a los ucranianos en esta situación tan especial de guerra”.
“Pero no sólo queremos demostrar solidaridad, sino garantizar también que la ayuda que estamos organizando -financiera, humanitaria, pero también cuando se trata de armas- continuará. Y que continuaremos con ella tanto tiempo como sea necesario para la lucha por la independencia de Ucrania”, agregó, citado por los medios.
Explicó que “es una guerra terrible impulsada por Rusia sin consideración para las vidas humanas. Hay que ponerle fin y todas las actividades que emprendemos van encaminadas a esto. La ayuda, las sanciones contra Rusia y el apoyo a los ciudadanos de Ucrania para reconstruir el país”.
“Tienen al mundo de su parte”, dijo Draghi a la autoridades locales.
La visita llega en un momento delicado en el plano militar, con las tropas rusas estrechando el cerco en la región oriental del Donbás mientras las autoridades ucranianas multiplican sus pedidos de armas occidentales.
El miércoles, Estados Unidos anunció un nuevo paquete de ayuda militar valorado en 1.000 millones de dólares que incluirá artillería, sistemas de defensa antibuque, municiones y sistemas avanzados de misiles. “Estoy agradecido por este apoyo, es especialmente importante para nuestra defensa en Donbás”, dijo Zelensky tras una conversación con su homólogo estadounidense, Joe Biden.
Además, la potencia norteamericana reclamó a sus aliados acelerar el respaldo militar a Ucrania que “se enfrenta a un momento crucial en el campo de batalla”, dijo su secretario de Defensa, Lloyd Austin.
En la misma línea, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió “intensificar” las entregas, aunque reconoció que las armas solicitadas por Kiev requieren “entrenamiento, conservación y mantenimiento”.
Rusia intenta por su lado interceptar las entregas y anuncia periódicamente que ha destruido cargamentos suministrados por la OTAN.
El porvenir del conflicto pasa ahora mismo por el Donbás, la cuenca minera del este de Ucrania formada por las regiones de Lugansk y Donetsk controlada parcialmente por separatistas prorrusos desde 2014.
Tras desistir de la toma de Kiev en marzo, Moscú quiere conquistar toda esta zona y concentra su fuego en las ciudades vecinas de Severodonetsk y Lysychansk, último gran reducto bajo control ucraniano en Lugansk.
(Con información de AFP y EFE)
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