Un estudio de la empresa de seguros Allianz Trade advirtió este miércoles que once países, especialmente de África, Asia y Oriente Medio, presentan un riesgo elevado de tensiones sociales por el incremento de los precios de los alimentos.
“Si no alimentamos a la población, alimentamos el conflicto”, advierte Allianz Trade en el estudio, augurando incluso protestas capaces de tumbar gobiernos como ocurrió en la Primavera Árabe de 2010 en países del norte de África y Oriente Medio.
En esa época, los precios de los alimentos habían aumentado en un 50%, un nivel inferior al registrado actualmente en el trigo respecto a su precio de 2012, indica la aseguradora.
“El impacto en los precios alimentarios mundiales representa una inquietud particularmente grande para los países que son importadores netos de alimentos o de ciertos alimentos que ahora escasean por la guerra en Ucrania, como los cereales”, señala el estudio.
Allianz Trade apunta a once países en especial riesgo: Argelia, Túnez, Bosnia-Herzegovina, Egipto, Jordania, Líbano, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Turquía y Sri Lanka.
Otros países como Rumanía, Baréin o Kazajistán presentan un riesgo también más o menos elevado. El estudio ubica también en este grupo a China o Arabia Saudita, pero con un riesgo más bajo al tener finanzas estatales más sólidas.
El Fondo Monetario Internacional alertó a finales de abril del “riesgo de problemas sociales” en África subsahariana debido al encarecimiento de los alimentos. Esta región importa un 85% del trigo consumido.
EL ACUERDO DE LA ONU
Las altas funcionarias de Naciones Unidas Rebeca Grynspan y Michelle Bachelet urgieron esta semana a que se alcance un acuerdo en la actual XII Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para evitar que la guerra en Ucrania agrave la crisis alimentaria de millones de personas en el planeta.
Bachelet (alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos) y Grynspan (secretaria general de la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo) señalaron que en las actuales negociaciones en la OMC deben aprobarse medidas para paliar la escasez de alimentos que la guerra ha generado en los países pobres.
En su carta abierta a los participantes de la ministerial que se celebra del 12 al 15 de junio en Ginebra, Bachelet y Grynspan pidieron que los 164 miembros de la OMC acuerden no imponer restricciones a la exportación de alimentos a los países menos desarrollados ni a los importadores netos de estos bienes básicos.
También reclamaron apoyo financiero y técnico para que esos países puedan tomar medidas de protección social con el fin de evitar un agravamiento de sus crisis alimentarias.
Las dos altas funcionarias de Naciones Unidas expresaron su deseo de que el posible acuerdo para paliar la actual crisis alimentaria, uno de los que se negocian en la reunión ministerial, “allane el camino a un fortalecimiento del sistema multilateral de agricultura”.
También expresaron su esperanza en que se decida en la OMC la obligación de no imponer restricciones a las exportaciones con fines humanitarios para el Programa Mundial de Alimentos, algo a lo que 80 países ya se comprometieron en 2021 pero que se ha convertido en una cuestión urgente este año a causa de la guerra en Ucrania.
Esa guerra “ha incrementado el resto de falta de alimento y hambruna para decenas de millones de personas”, señaló la carta abierta de Grynspan y Bachelet, recordando que los países africanos se ven obligados a importar un 80 por ciento de sus alimentos y un 92 % de sus cereales a economías de otros continentes.
(con información de AFP y EFE)
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