Más de 50 personas han sido detenidas en Rusia durante la jornada de protestas de este domingo contra la guerra en Ucrania, entre ellos se encuentran activistas políticos, periodistas y ciudadanos, según la organización civil OVD-Info.
Las detenciones masivas se han producido debido a la información que circulaba en varios canales de Telegram sobre una protesta contra la guerra en Ucrania, que supuestamente iba a tener lugar en el centro de Moscú el 12 de junio, Día de Rusia, tal y como ha informado la emisora rusa Svoboda.
La mayoría de las detenciones se han llevado a cabo en Moscú y San Petersburgo, según OVD-Info. Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero, se han registrado miles de detenciones de activistas y manifestantes, algunos sencillamente por mostrar un papel en blanco.
Las autoridades aprobaron una ley que castiga la difusión de informaciones falsas sobre la actividad de las Fuerzas Armadas con hasta con 15 años de cárcel.
Por otra parte, el uso indiscriminado por Rusia de armamento prohibido como bombas de racimo ha causado la muerte a cientos de civiles en la ciudad ucraniana de Kharkiv, según una investigación difundida por Amnistía Internacional (AI).
En su informe “Cualquiera puede morir en cualquier momento” (“Anyone can die at any time”), la organización acusa a las tropas rusas de bombardear indiscriminadamente barrios residenciales de Kharkiv con cohetes que por su naturaleza tienen escasa precisión para alcanzar objetivos determinados.
Los investigadores de AI hallaron pruebas del uso reiterado de municiones de racimo 9N210 y 9N235, así como de minas dispersables, prohibidas todas ellas por los tratados internacionales.
“La población de Kharkiv se ha enfrentado a incesantes bombardeos indiscriminados en los últimos meses, que han matado y herido a cientos de civiles”, dijo en un comunicado Donatella Rovera, asesora general sobre respuesta a las crisis de Amnistía Internacional.
El bombardeo en esa región comenzó el 24 de febrero, al mismo tiempo que la invasión rusa de Ucrania, aunque el Ejército ruso cejó a mediados de mayo en sus intentos por controlar la ciudad, donde más de un millón y medio de personas vivían al comienzo de la guerra.
Los barrios residenciales del norte y del este de la ciudad han sido los más afectados por los bombardeos.
Según el director del departamento médico de la administración militar regional de Kharkiv, desde que comenzó el conflicto en la región de Járkov habían muerto 606 civiles y otros 1.248 habían resultado heridos.
Amnistía recuerda que, pese a que Rusia no es signataria de la Convención sobre Municiones en Racimo o la Convención sobre la Prohibición de las Minas Antipersonal, está sujeta al derecho internacional humanitario, que prohíbe los ataques indiscriminados.
Amnistía cita algunos ejemplos del uso de ese armamento como un bombardeo en la tarde del 15 de abril, cuando al menos nueve civiles murieron y otros 35 resultaron heridos, entre ellos varios menores, por municiones de racimo en la calle Myru, en el barrio de Industrialni.
Los médicos extrajeron fragmentos metálicos de los cuerpos de pacientes, como los característicos trozos de varillas de acero que contienen las municiones de racimo 9N210 y 9N235.
La ONG recuerda que los cohetes no guiados -como los Grad y los Uragan, que utilizan las fuerzas rusas- tienen un margen de error de cien metros y “son intrínsecamente imprecisos, por lo que sus efectos son indiscriminados cuando se utilizan en zonas pobladas”.
Amnistía también recuerda que las fuerzas ucranianas lanzan a menudo ataques desde barrios residenciales, poniendo en peligro a la población civil de estas zonas. “Esta práctica viola el derecho internacional humanitario, pero no justifica en absoluto los repetidos ataques indiscriminados de las fuerzas rusas”, según el informe.
(Con información de Europa Press)
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