¿Cuál será el nivel de asistencia para la primera vuelta? ¿Se repetirán los resultados de las presidenciales? Algunas de las preguntas que reflejan el pulso de las legislativas francesas, marcadas por un gran incertidumbre sobre el resultado, luego de una campaña que volvió a repetir el clima apático de la sociedad gala.
El presidente de la República, Emmanuel Macron, quien renovó su cargo hace apenas dos meses, volvió a ponerse al hombro esta nueva elección. Crucial, los comicios del domingo próximo deberán cubrir los 577 escaños de la Asamblea Nacional, para los que se postulan 6.293 personas.
En la movida para buscar apoyos, el jefe de Estado reclama la movilización de su electorado y golpea con fuerza principalmente a Jean-Luc Mélenchon, cuando la abstención parece alta y la campaña carece de impulso.
En la recta final, el interés francés en la participación cayó 7 puntos en una semana para alcanzar el 44% en el barómetro OpinionWay-Kea Partners para el diario Les Echos. En esta etapa, la participación se estima en 45%, dejando la amenaza de un nuevo mínimo luego del 48,7% de 2017. Estas predicciones, obligada a la coalición “Ensemble” del presidente a luchar para intentar lograr una mayoría absoluta en la Asamblea que le permita avanzar en sus promesas para el quinquenio que acaba de comenzar.
El partido de Macron enfrenta a la izquierda unificada, “NUPES” (formada por el partido de izquierda La France Insoumise, los Verdes, el Partido Comunista y el Partido Socialista), liderada por Jean-Luc Mélenchon, con pronósticos reñidos y la idea que se ha ido desvaneciendo que si gana la izquierda podría pedir el cargo de primer ministro al gobierno de la Republica.
La mayoría necesita 289 diputados, de 577. Pero según las proyecciones de OpinionWay, el partido oficial y sus aliados obtendrían entre 290 y 330 escaños. Pero más de seis de cada diez encuestados (61%) quiere “que Emmanuel Macron no tenga mayoría”. Y son sólo un 46% para pensar que lo tendrá, es decir 5 puntos menos en una semana.
Frente a posibles resultados adversos, el inquilino del Palacio del Elíseo endureció su discurso frente a las amenazas que representan el triunfo de sus dos principales competidores -sobre todo los NUPES y el Rally Nacional (RN) de Marine Le Pen, a los que sin mencionar, acusándolos de " sumar crisis a crisis”.
Puntualmente Macron les recrimina a ambos su alianza con Rusia, en especial con Vladimir Putin, su euroescepticismo, sus propuestas sin un sustento financiero, los cuestionamientos reiterados para limitar la libertad de prensa y una mayor regulación por parte del Estado sobre las empresas.
Toda las acciones proselitistas de la izquierda, fueron oportunidad para que la alianza unida “NUPES” insista con la idea de arrebatar a Matignon -improbable pero hábilmente machacada por Jean-Luc Mélenchon-, es decir el cargo de primer ministro.
Para este primer round, las intenciones de voto a favor de los candidatos oficialistas alcanzan el 28% a nivel nacional. Un aumento de 1 punto en una semana y 2 puntos en una quincena que les permite alcanzar un máximo desde las primeras mediciones. Por el contrario, a pesar de una caída de 1 punto en una semana, ligada a la baja participación estimada, la alianza de izquierda parece que produce una buena valoración entre los votantes. Hoy podrían obtener 190 electores, cuando se había arrancado en 135.
Desde la Agrupación Nacional, el partido de ultraderecha de Marine Le Pen, hay un declive, en especial por no convencer a sus adherentes. Perdió 5 puntos en las intenciones de voto, al 18%, y parece poder obtener, en este momento, sólo de 13 a 33 escaños.
Aquellos que son elegibles para votar en el extranjero ya pasaron la primera ronda, y la votación tuvo lugar el pasado fin de semana. Están en juego once escaños de la Asamblea Nacional. La participación en el extranjero fue sólo del 22,5 por ciento, en la primera vuelta el partido presidencial se adelantó a la izquierda unida.
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