El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, advirtió este jueves de que su país “no dará ni un paso atrás”, un día después de que la Junta de Gobernadores de la agencia nuclear de la ONU aprobase una resolución en contra de Teherán.
“Os imagináis que por aprobar una resolución daremos marcha atrás”, se preguntó el mandatario iraní en un discurso.
“En el nombre de dios y de nuestra gran nación, no daremos ni un solo paso atrás”, respondió Raisí.
La advertencia del presidente iraní llega un día después de que la Junta de Gobernadores del OIEA aprobara una resolución crítica con Irán por su falta de transparencia en la cooperación con la agencia nuclear de Naciones Unidas.
El choque entre Teherán y el OIEA y los países occidentales de la Junta gira en torno al origen de unas trazas fisibles halladas en tres lugares no declarados como nucleares en la República Islámica.
Teherán asegura que las trazas se deben a un sabotaje -supuestamente de Israel-, una explicación que el director de la agencia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, calificó esta semana como “técnicamente no creíble”.
El régimen de Irán calificó la resolución como “incorrecta” y “política”, y prometió una respuesta “proporcionada”.
Horas más tarde de esa advertencia, Grossi informó en Viena de que el país persa ha desmantelado 27 cámaras de vigilancia de la OIEA en diferentes instalaciones nucleares situadas en Teherán, Isfahan y Natanz.
Las cámaras de vigilancia del OIEA son clave para poder verificar los avances del programa nuclear de Irán.
Además, Teherán anunció que la instalación de nuevas centrifugadoras avanzadas IR-6 en la planta nuclear de Natanz, en el centro de Irán.
Grossi reconoció hoy que si Irán no restablece los servicios de las cámaras de vigilancia del OIEA en las próximas semanas constituirá un “golpe letal” para el acuerdo nuclear que se está renegociando, ya que la agencia no podría dar garantías de verificación.
Irán negocia desde el año pasado con Estados Unidos y otras cinco potencias restablecer el pacto atómico, que prevé importantes limitaciones al programa nuclear del país a cambio del levantamiento de sanciones.
Las conversaciones se encuentran suspendidas desde marzo pasado, sin que haya un acuerdo a la vista.
Tras la salida de Estados Unidos en 2018, Washington volvió a imponer sanciones contra Irán, incluyendo un embargo petrolero, que daña notablemente la economía iraní.
Estados Unidos advirtió el jueves que las últimas “provocaciones” de Teherán en materia nuclear podrían derivar en “una crisis nuclear agravada” y un “aislamiento económico y político mayor de Irán”.
“Seguimos exhortando a Irán a elegir la vía diplomática y de la desescalada”, declaró en un comunicado el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken.
Blinken sostuvo que “lamentablemente la respuesta inicial de Irán” a la decisión del OIEA no fue exhibir transparencia sino que consistió en “amenazar con más provocaciones y reducciones en la transparencia”. “Tales medidas serían contraproducentes y complicarían aún más nuestros esfuerzos” para salvar el acuerdo nuclear alcanzado en 2015, advirtió.
“El único resultado posible de tal actitud será una crisis nuclear agravada y un mayor aislamiento económico y político de Irán”, dijo.
(Con información de EFE y AFP)
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