Grave amenaza de Dmitri Medvedev a Ucrania y sus aliados: “Los odio, haré todo lo posible para que desaparezcan”

El ex presidente ruso y mano derecha de Vladimir Putin calificó de “degenerados” y “malnacidos” a los críticos de la invasión al vecino país

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Dimitri Medvedev y Vladimir Putin
Dimitri Medvedev y Vladimir Putin

El expresidente ruso Dmitri Medvedev expresó el martes con virulencia su odio a los rivales de Rusia, a los que tildó de “malnacidos” y “degenerados”,  declaraciones que reflejan el endurecimiento de algunos responsables rusos en plena ofensiva contra Ucrania.

“Me preguntan a menudo por qué mis publicaciones en Telegram son tan duras. La respuesta es que los odio. Son unos malnacidos y unos degenerados”, dijo por este mismo canal Medvedev, de 56 años, y muy cercano al presidente Vladimir Putin.

Desean nuestra muerte, la de Rusia. Pero mientras siga con vida, haré todo lo posible para que desaparezcan”, añadió, sin dar más detalles sobre a quién iban dirigidas estas declaraciones.

Medvedev, presidente entre 2008 y 2012, y primer ministro entre 2012 y 2020, ocupa actualmente el puesto de vicepresidente del poderoso Consejo de Seguridad ruso.

(Reuters)
(Reuters)

Considerado como un moderado, con el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania (el 24 de febrero) pasó a ser uno de los críticos más feroces con los países occidentales y las sanciones contra Moscú, que calificó de locas. “Los imbéciles europeos, en su celo, han demostrado una vez más que consideran a sus propios ciudadanos, a sus propios negocios, como enemigos nada menos que los rusos”, vociferó. Además, dijo que Occidente no debía esperar que Rusia continuara con el suministro de alimentos si abofeteaba a Moscú con sanciones “insensatas” por Ucrania.

El alto funcionario fue el único presidente de un solo mandato en la Rusia postsoviética y cuando asumió el cargo en 2008, “cuidándole” el puesto a Putin (impedido entonces de un mandato consecutivo), prometió hacer de Rusia un país más libre y democrático, lo que generó unas esperanzas de cambio sin precedentes.

Pero su acuerdo en un congreso del partido gobernante Rusia Unida en septiembre de 2011 de renunciar voluntariamente a su pretensión de un segundo mandato e intercambiar puestos con el entonces primer ministro Putin le valió la burla no sólo de la oposición sino también de muchos de sus antiguos partidarios.

(Con información de AFP)

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