El Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, repudió al presidente ruso, Vladimir Putin, que esté “utilizando el hambre como arma”, no solo en Ucrania, sino también en otros países como los de África o los de Oriente Próximo.
“La guerra de Rusia en Ucrania afecta a todo el mundo. Actualmente el mundo afronta una guerra del grano en la que el presidente ruso está utilizando el hambre como arma contra los más vulnerable, no solo en Ucrania, sino también aquí en Oriente Próximo, en África, en Asia”, apuntó Borrell durante su visita a Jordania.
Por eso, Bruselas está adoptando “medidas urgentes” para hallar soluciones que permitan reanudar las exportaciones ucranianas y apoyar a la ONU para la apertura de los puertos ucranianos ante el bloqueo naval ruso. “Si se logra un acuerdo entre la ONU y Rusia, la UE está dispuesta a asumir su parte en esta solución”, remarcó.
Durante su visita, Borrell se ha reunido con el rey Abdalá de Jordania y con el vice primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores Aiman Safadi y ha destacado la “relación especial” que tiene la UE con Jordania. En particular ha destacado que Jordania es el primer país que suscribe un acuerdo de Prioridades de Asociación UE-Jordania con la UE.
“Hemos vuelto a confirmar la fuerte relación y amistad que tienen la Unión Europea y Jordania con este acuerdo de Prioridades de Asociación que guiará nuestra cooperación hasta 2027. Jordania es el primer país del vecindario sur con el que firmamos este tipo de documento que demuestra la relación especial y la confianza que tenemos”, ha argumentado Borrell.
Este mismo sábado El Elíseo ha informado de que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha mantenido una conversación telefónica con el rey Abdalá de Jordania. Macron ha destacado la “alianza estratégica” entre Francia y Jordania.
Por otro lado, Borrell recalcó el viernes que no deben quedar eximidos de responsabilidades los líderes religiosos que apoyan la guerra rusa en Ucrania, como el patriarca de la iglesia ortodoxa rusa Kiril y que no ha logrado sancionar la UE en una concesión a Hungría.
“Los líderes religiosos no deberían estar exentos de responsabilidad por apoyar la guerra de Putin”, aseguró Borrell en un mensaje a través de su perfil oficial en Twitter.
La Unión Europea adoptó el viernes definitivamente el sexto paquete de sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania, que incluye un embargo al petróleo ruso que llega por vía marítima y contempla excepciones para el que llega por oleoducto a países sin acceso al mar como Hungría, República Checa o Eslovaquia.
En cambio, para sacar adelante esta nueva ronda de medidas restrictivas, que necesitó un mes de negociaciones, la UE tuvo que sacar de la lista de nuevos sancionados a Kiril. “La retirada del Patriarca Kiril muestra los límites de la política exterior basada en la unanimidad”, reconoció Borrell, quien destacó al mismo tiempo que la prohibición del 90% de las importaciones de petróleo ruso a la UE, recogida en las sanciones, “supone un duro golpe para las arcas de Putin”.
En una declaración en nombre de los Veintisiete, Borrell condenó además los decretos presidenciales rusos del 25 y 30 de mayo que simplifican el proceso de concesión de la ciudadanía rusa y la expedición de pasaportes rusos a los ciudadanos ucranianos de las regiones de Jersón y Zaporiyia, bajo control militar ruso. También a los niños ucranianos sin cuidado parental y a las personas legalmente incapacitadas de las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. “La Unión Europea no reconocerá estos pasaportes, expedidos en el marco de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania”, aseveró.
Borrell también condenó “enérgicamente” cualquier intento de Rusia de sustituir a las administraciones ucranianas democráticamente elegidas y legítimas, de introducir el rublo ruso como moneda paralela, y de imponer planes de estudio y materiales educativos rusos y cambiar la lengua de enseñanza en las escuelas. “Cualquier intento de alterar el estatus de partes del territorio ucraniano es una clara violación del derecho internacional, de la Carta de la ONU y de la Constitución de Ucrania, socava aún más la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y no será reconocido por la Unión Europea”, apostilló.
El alto representante aseguró que Rusia, sus dirigentes políticos y todos los implicados en las violaciones del derecho internacional y del derecho humanitario internacional “tendrán que rendir cuentas por estas acciones ilegales”.
(Con información de Europa Press)
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