El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes su decisión de enviar sistemas de cohetes más avanzados a Ucrania y aclaró que con ello no busca un enfrentamiento directo con Rusia ni un involucramiento en el conflicto.
Según explicó en una columna publicada en el New York Times, los aportes militares son necesarios para que Kiev pueda estar “en la posición más fuerte posible en la mesa de negociaciones”. Y anunció: “He decidido que proporcionaremos a los ucranianos sistemas de cohetes y municiones más avanzados que les permitirán atacar con mayor precisión objetivos clave en el campo de batalla de Ucrania”.
El mandatario prometió que continuará la cooperación con sus aliados para aplicar las sanciones a Rusia, así como para enfrentar “la crisis alimentaria mundial que la agresión de Rusia está agravando” y ayudar a los países europeos a reducir su dependencia de los combustibles fósiles rusos.
A su vez, indicó que continuará el refuerzo del flanco oriental de la OTAN, por lo que saludó las solicitudes de membresía de Finlandia y Suecia para ingresar a la aliana de defensa.
Pero el jefe de la Casa Blanca también remarcó que no busca una guerra entre la OTAN y Rusia. “Por mucho que esté en desacuerdo con el señor Putin, y que considere que sus acciones son un escándalo, Estados Unidos no intentará provocar su destitución en Moscú. Mientras Estados Unidos o nuestros aliados no sean atacados, no nos involucraremos directamente en este conflicto, ni enviando tropas estadounidenses a luchar en Ucrania ni atacando a las fuerzas rusas. No estamos alentando ni permitiendo que Ucrania ataque más allá de sus fronteras. No queremos prolongar la guerra sólo para infligir dolor a Rusia”, explicó.
Además, Biden se refirió a los temores sobre un eventual uso de armas nucleares si el conflicto escala. “Actualmente no vemos ningún indicio de que Rusia tenga intención de utilizar armas nucleares en Ucrania, aunque la retórica ocasional de Rusia de hacer sonar el sable nuclear es en sí misma peligrosa y extremadamente irresponsable. Permítanme ser claro: cualquier uso de armas nucleares en este conflicto a cualquier escala sería completamente inaceptable para nosotros, así como para el resto del mundo, y acarrearía graves consecuencias”, advirtió.
El presidente finalizó remarcando que el apoyo a Ucrania “no es sólo lo correcto, es nuestro interés nacional vital garantizar una Europa pacífica y estable y dejar claro que la fuerza no hace el bien”. En ese sentido, sostuvo que “si Rusia no paga un alto precio por sus acciones, enviará un mensaje a otros posibles agresores de que ellos también pueden apoderarse del territorio y subyugar a otros países”.
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