“Lo que se está viviendo no es sólo un conflicto entre magrebíes [N. de la R: norafricanos) y franceses sino entre magrebíes que aman a Europa y magrebíes que odian a Europa”, escribió Varsavsky en un tuit, en referencia a los incidentes que se vivieron antes y después del partido final de la Champions League en el Stade de France, en la localidad de Saint-Denis, suburbio norte de París.
Su versión difiere así de la que dieron las autoridades francesas para las cuales los incidentes se debieron a que muchos fans británicos tenían entradas falsas y al intento de otros simpatizantes de colarse en el estadio.
“La gente no puede imaginarse lo que era eso. Eran ejércitos de atracadores a nuestra caza. Allí había peleas, atracos, robos, cargas. Una película de miedo”: fue el testimonio de un aficionado español al portal 20minutos”.
Martín Varsavsky, emprendedor argentino naturalizado español, experimentó algo muy similar: “Soy inmigrante en España y siempre apoyé la inmigración pero lo que vivimos anoche en París fue un horror para nuestra familia y todos los aficionados. Cientos de parisinos africanos atacando a los fans riéndose de nosotros y vernos en pánico”.
“Era racismo, contra los europeos”, concluyó.
Algunos comentarios en las redes destacaron una mejor integración de los inmigrantes en España en contraste con lo que estaría sucediendo en Francia. “La victoria #14 del #RealMadrid ha sido fantástica. Pero para los que hemos estado en París, también ha sido una jornada muy reveladora; una de esas ocasiones en las que te das cuenta de lo bien que hacemos muchas cosas en España… y de cómo se puede estropear todo”, señaló un usuario de Twitter cuyo mensaje fue retuiteado por Varsavsky.
Éste también subrayó el contraste entre ambos países: “Luego de vivir los ataques racistas contra nosotros y los fans del Liverpool y del Madrid los que vivimos en España somos unos afortunados. Tenemos que cuidar nuestro país del odio racial”.
El empresario también contó que, con su familia, “después del atraco”, fueron a refugiarse “con un policía” que les dijo “que era árabe y que sentía vergüenza de su gente”.
La localidad de Saint-Denis, ubicada al norte de la capital francesa, es un distrito con una altísima proporción de población inmigrante mayoritariamente originaria del norte de África, habitualmente la que más padece la desocupación y los bajos ingresos.
Allí está ubicado el Stade de France. El día de la final entre el Liverpool y el Real Madrid, la gran afluencia de público, el flojo dispositivo de seguridad y la mala organización por parte de la UEFA, sumadas a las tensiones sociales propias de ese distrito “difícil” fueron los detonantes de una situación que algunos fans describieron como “una ratonera”.
La zona se llenó de carteristas y arrebatadores que hicieron su cosecha de teléfonos móviles, billeteras y carteras -y de paso también entradas al estadio-. Las escenas se repitieron a la salida del estadio, cuando los asistentes se vieron rodeados por bandas de personas que los atacaban para despojarlos de las pertenencias que les quedaban, manosear a las mujeres y atemorizar a los niños, para finalmente encontrar sus automóviles, estacionados en las cercanías o incluso dentro de párkings, vandalizados.
VIDEO: Los incidentes en las afueras del Stade de France
“Debe de ser una impotencia tremenda ver cómo tu país se convierte en un lugar tan peligroso y que nadie haya hecho nada para pararlo”, escribió otro simpatizante del Real Madrid.
Las dos mujeres del grupo de cinco amigos españoles que viajaron para ver la final y dieron su testimonio a 20minutos no ingresaron al estadio sino que se sentaron en un café a esperar la salida de los otros tres. Cuando empezaron a verse rodeadas “de cientos de personas del barrio” mirándolas, “acechando a todos los aficionados, buscando qué robar”, llamaron a uno de los hombres que estaba adentro y le pidieron que saliera del estadio. “Teníamos mucho miedo”.
El que salió a buscarlas, describió así la escena: “Veías ríadas de gente de este tipo yendo hacia el estadio, robando, atracando, con cúters para cortar bolsos. No podía creer lo que estaba pasando, es que eran cientos y cientos. Llegué al metro y la gente salía despavorida de allí abajo, imagínate lo que estaría pasando allí”.
Poco después de los incidentes, el astro del fútbol francés Thierry Henry, considerado por muchos uno de los mejores jugadores de la historia de la Premier League, se volvió tendencia en Twitter. El motivo fue que unos días antes del partido el célebre delantero había formulado en televisión una advertencia acerca del lugar donde se jugaría la final entre el Liverpool y el Real Madrid: “Cuidado, que el estadio está en Saint Denis, no en París. Créanme, no querrían estar en Saint Denis..” Un aviso que se volvió predicción.
“Sigo apoyando a la inmigración pero tiene que ser de gente que apoya los valores europeos de democracia, respeto y libertad”, reflexionó Varsavsky, como conclusión de lo sucedido. Pensamiento con el que coinciden muchos franceses, inquietos ante la creciente conflictividad social en su país.
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