El primer ministro británico, Boris Johnson, estaría barajando volver a instaurar el sistema métrico imperial aunque siempre en convivencia con el decimal para intentar ganar apoyo electoral entre los partidarios del Brexit, según ha revelado este sábado el diario The Daily Mirror.
Así, los comercios podrían empezar a vender en libras y onzas en una medida que tendría incluso fecha de anuncio: las celebraciones de platino del reinado de Isabel II previstos para la semana que viene, según fuentes gubernamentales citadas por el diario.
Johnson y las perspectivas electorales del Partido Conservador se han visto afectados por el aumento de la inflación y las críticas de parte de los diputados conservadores, que incluso han pedido la dimisión de Johnson, investigado por el Parlamento por las fiestas en plena pandemia celebradas en el Número 10 de Downing Street.
Downing Street espera que la medida refuerce el apoyo entre los principales partidarios del Brexit de cara a los comicios para la renovación de una serie de esacaños del parlamento que los conservadores podrían perder próxmamente.
Si bien la medida tiene apenas carácter simbólico, responde a las quejas británicas sobre la interferencia de la Unión Europea en la vida tradicional inglesa, incluso antes del Brexit.
Reino Unido adoptó el sistema métrico de forma voluntaria desde 1965 y es obligatorio desde 2000 para ciertos productos a raíz de una directiva de la UE.
En la actualidad, es legal fijar el precio de los productos en libras y onzas, pero estos deben mostrarse junto con el precio en gramos y kilogramos.
Productos como la cerveza sí se siguen vendiendo en pintas y la mayoría de las señales de carretera están en millas.
Si la inciativa conservadora prospera, es posible que muchos adultos menores de 40 años tengan dificultades con las medidas imperiales como una yarda o una onza, mientras que están familiarizados con las medidas métricas en las tiendas.
De la misma manera que no se hizo en el pasado con el sistema imperial, no se espera ahora que las unidades metricas sean eliminadas, aunque es probable que los comerciantes sean libres de elegir cuál usar.
El secretario empresarial en la sombra del Partido Laborista, Jonathan Reynolds, dijo, citado por el Daily Mirror: “Las pequeñas empresas pueden medir la diferencia que un gobierno laborista haría en libras y peniques con nuestro plan para reducir los impuestos en pubs, cafés y tiendas”.
Minimizando el impacto de la medida, agregó: “El Gobierno deberá seguir abordando el problema del costo de vida y reduciendo los costos para las empresas. Los laboristas respaldan a las empresas británicas y harán que el Brexit funcione para ellos y los consumidores”.
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