Un juzgado de Reino Unido sentenció a 10 meses de condicional, 120 horas de trabajo no remunerado y 15 días de rehabilitación a un hombre que se había convertido en el terror de su comunidad.
Vile Dane Parr, de 38 años, fue por mucho tiempo una verdadera pesadilla para los habitantes de su barrio por las constantes borracheras, peleas, y amenazas en las que recurría cuando estaba alcoholizado.
Entre las historias que se escucharon en el tribunal se le acusó de salir en una noche de borrachera a gritar como “un loco al que ya no le importa nada” por la calle, y amenazar de muerte a un mortificado vecino mientras tenía una serpiente colgada del cuello.
Según los testimonios, también le dijo que aplastaría su cabeza con sus propios pies.
En fotos compartidas durante la audiencia se ve a Parr con la serpiente albarrada al cuello en actitud amenazante.
Dentro de las medidas de la sentencia también está una orden de alejamiento por cinco años que le prohíbe causar problemas a sus vecinos o terminará en la cárcel.
Según Stephen Welch, fiscal del caso, el pasado viernes 21 de octubre hubo un disturbio entre los vecinos del sector cuando Parr llegó a la puerta de uno de ellos a las 2:30 a.m. pateando y gritando, algo que repitió luego a las 6:00 a.m.
Según uno de los vecinos que fue testigo de los incidentes, Parr dijo en repetidas ocasiones que prendería fuego a la casa del hombre.
Parr gritó: “Sal de la casa. Te voy a matar”.
Otro vecino contó cómo se atrevió a desafiar a la amenaza y confrontarlo, pero Parr le devolvió el golpe diciéndole que él era “el dueño de la calle”.
Los policías se apresuraron a la escena y Parr se apresuró a entrar a su casa.
Más tarde lo metieron y lo llevaron esposado a una camioneta de la policía, pero incluso después de haber sido advertido sobre sus payasadas, el borracho continuó gritando amenazas al primer hombre.
Fue entonces cuando Parr dijo que le iba a pisotear la cabeza, que lo iba a atrapar y que estaba muerto.
Uno de los vecinos dijo más tarde en un comunicado: “Esto ha hecho que mi pareja y yo temamos estar en nuestra propia casa. Parece ser un problema continuo que no se detendrá. Todavía temo que algún día introduzca algo a través de mi buzón, incendiando la casa”.
Había problemas con Parr desde agosto de 2021, quien tiene un largo historial de 82 delitos anteriores, 14 de esos por estar borracho y causar desórdenes, y otros dos por agredir a policías en 2005 y 2017.
Un testimonio a favor de Parr fue el de Cathy Kioko-Gilligan, quien contó ante el juez que el hombre había perdido su trabajo durante la pandemia y que por eso había retornado a la bebida.
“Está claro que tiene problemas con el alcohol desde hace mucho tiempo”, dijo la señorita Kioko-Gilligan.
“Como resultado de eso, comete delitos y sabe muy bien que debe abordar su abuso de alcohol. Lamenta amargamente su comportamiento. Fue un delito espantoso”, agregó.
También afirmó que Parr tenía una pareja y cinco hijos entre 14 meses y 18 años, y que junto con su familia espera mudarse del barrio donde ha causado tantos problemas.
“Está haciendo que la vida de su vecino sea una miseria”, dijo el juez Mark Bury. “Has estado cometiendo delitos con bastante regularidad a lo largo de tu vida. El problema que tienes es que bebes demasiado y, cuando te emborrachas, te portas mal.
El togado agregó que esta era la última oportunidad del acusado y que las consecuencias de sus actos si reincide en los problemas en el vecindario sería la cárcel.
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