Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, se encuentra en medio de una visita de seis días a China que incluye paradas en Xinjiang, una remota región del noroeste donde el régimen chino es acusado de violaciones de los derechos humanos y de genocidio contra los uigures y otros grupos étnicos. Su viaje ha sido criticado por Estados Unidos y otros países, que creen que Beijing limitará con quién puede hablar, escenificará su viaje y lo utilizará con fines propagandísticos.
En esa línea, este miércoles se produjo la primera polémica durante la visita de la ex presidenta chilena. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China y la cadena de televisión CCTV citaron a Bachelet diciendo a Xi que admiraba los esfuerzos y logros de China en materia de pobreza y derechos humanos.
Según la agencia oficial Xinhua, las palabras de Bachelet habrían sido las siguientes: “Admiro los esfuerzos y logros de China a la hora de erradicar la pobreza y de proteger los derechos humanos o de progresar en su desarrollo económico y social. También su papel para salvaguardar el multilateralismo y para lidiar con desafíos globales como el cambio climático”.
No obstante, de acuerdo a lo consignado por la agencia AP, la oficina de la alta comisionada para los derechos humanos aclaró que ella no había dicho eso.
El reportaje de la CCTV no mencionó Xinjiang ni el trato a menudo duro del Partido Comunista contra los disidentes y activistas y los grupos étnicos del Tíbet y Mongolia Interior.
En redes sociales, la oficina de la ex Presidenta de Chile indicó que había sido valioso mantener conversaciones directas con Xi Jinping y con altos funcionarios chinos sobre cuestiones y preocupaciones de derechos humanos en China y en el mundo.
“Para mí, es una prioridad dialogar directamente con el gobierno de China sobre cuestiones de derechos humanos, tanto nacionales como regionales y mundiales”, dijo en su discurso de apertura de la reunión virtual mantenida con Xi. Y agregó: “Para que el desarrollo, la paz y la seguridad sean sostenibles -a nivel local y transfronterizo- los derechos humanos tienen que estar en su centro”.
Bachelet comenzó su viaje en Guangzhou, ciudad del sureste de China, donde se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, y mantuvo una videoconferencia con Du Hangwei, viceministro de Seguridad Pública. Su itinerario incluye también las ciudades de Kashgar y Urumqi, ambas en Xinjiang.
En un discurso dirigido a los estudiantes del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Guangzhou, señaló que los jóvenes están influyendo en el debate sobre cuestiones como la igualdad, la acción climática y los derechos humanos, y están haciendo que los gobiernos y las empresas rindan cuentas de sus acciones.
“Un ingrediente fundamental para que los jóvenes puedan desempeñar ese papel es un espacio cívico abierto en el que puedan expresar sus opiniones y buscar el cambio”, dijo, según el texto de su discurso en la ONU.
Por su parte, el líder chino Xi Jinping defendió el historial de su país ante el máximo responsable de derechos humanos de la ONU, afirmando que se debe permitir a cada nación encontrar su propio camino.
Xi, que encabeza el gobernante Partido Comunista, que no permite la oposición política y limita estrictamente la expresión, criticó a los países que, según él, dan lecciones a los demás sobre los derechos humanos y politizan la cuestión.
“A través de un largo y persistente trabajo, China ha emprendido con éxito un camino de desarrollo de los derechos humanos que se ajusta a la tendencia de los tiempos y se adapta a sus propias condiciones nacionales”, manifestó Xi a la jefa de derechos humanos de la ONU, durante la videollamada.
Xi expuso la posición que desde hace tiempo mantiene el Partido Comunista sobre los derechos humanos, que sostiene que China debe encontrar su propio camino y no copiar completamente los modelos de otros países, y rechazó las críticas externas como una injerencia en sus asuntos internos. También afirmó que mejorar la vida de las personas es el derecho humano más importante para los países en desarrollo, y señaló el éxito de China en sacar a la gente de la pobreza.
“En la cuestión de los derechos humanos, no hay una ‘utopía’ perfecta”, se le citó. “No necesitamos ‘amos’ que dicten a otros países, y mucho menos politizar y convertir el tema de los derechos humanos en una herramienta, practicando el doble rasero y la injerencia en los asuntos internos de otros países con el pretexto de los derechos humanos”.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, dijo el martes en Washington que el gobierno de Joe Biden no espera que el régimen de China permita el acceso que Bachelet necesitaría para obtener una visión no manipulada de la situación de los derechos humanos en Xinjiang.
“Creemos que ha sido un error aceptar una visita en estas circunstancias en las que no se concederá a la alta comisionada el tipo de acceso sin trabas, libre y completo que sería necesario para hacer una evaluación completa y volver con una imagen completa de las atrocidades, los crímenes contra la humanidad y el genocidio que se está produciendo en Xinjiang”, dijo.
(Con información de AP y EFE)
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