El nuevo gobierno de Australia del laborista Anthony Albanese, que ganó las elecciones del sábado, se comprometió hoy a dar un giro a las políticas relacionadas con la crisis climática con una mayor reducción de emisiones del país oceánico, uno de los mayores contaminantes per cápita del planeta.
”Habrá algunos cambios en las políticas, particularmente en lo que se refiere al cambio climático y nuestro compromiso internacional en esos asuntos”, dijo Albanese a periodistas en Sídney tras la victoria electoral la víspera en la que no queda aún claro si su partido obtendrá la mayoría absoluta o deberá formar alianzas para gobernar.
La Comisión Electoral Australiana otorga, a falta de los resultados definitivos, 74 escaños a los laboristas -cerca de los 76 que conceden mayoría absoluta-, frente a unos 52 que habría obtenido la coalición Liberal- Nacional de Scott Morrison, quien anoche admitió su derrota.
El giro de timón en materia medioambiental es propicio dado que un 74 % de los australianos considera -según un estudio del Instituto Lowy de 2021-, que los beneficios de adoptar medidas contra la crisis climática son mayores que los costes, en un contexto en que Australia ha sido azotada sin tregua en los últimos años por devastadores incendios, sequías, inundaciones y blanqueos de corales.
Estas preocupaciones se reflejan en el fuerte respaldo que han tenido el Partido Verde y los independientes con consciencia climática en los comicios del sábado en Australia, en donde han perdido muchos apoyos los candidatos de la coalición Liberal-Nacional que defendió en sus nueve años de gobierno a su industria del carbón.
SUPERPOTENCIA DE ENERGÍA RENOVABLE
Los laboristas apuntan a reducir las emisiones contaminantes de Australia en 43% para 2030, respecto a 2005, en contraste con el 26-28 % del saliente gobierno, para alcanzar las emisiones neutras para el 2050, además de hacer más accesibles los coches eléctricos.
Asimismo, el nuevo gobierno invertirá en la producción de metales “verdes”, modernizará la red eléctrica para una transición a energías renovables e instalará casi 500 baterías y bancos solares en el territorio australiano.
”Juntos podemos terminar las guerras climáticas”, se comprometió anoche Albanese en su discurso de victoria electoral, al prometer que Australia se convertirá “en una superpotencia de energía renovable”.
Si bien el partido laborista quiere ser anfitrión de la cumbre del clima COP29 en 2024 junto con las naciones insulares del Pacífico, también sus detractores le critican porque dejará que se desarrollen proyectos de carbón si cumplen con los requisitos ambientales en Australia, uno de los mayores exportadores de combustibles fósiles.
”De todas tus promesas de apoyar al Pacífico, nada es más bienvenido que tu plan de poner al clima primero, el futuro de nuestra gente depende de esto”, recalcó en un tuit el presidente fiyiano, Frank Bainimarama, uno de los mandatarios más influyentes de las naciones insulares de la región.
APURA VIAJE A LA CUMBRE DE LA QUAD
La implementación de la agenda climática será una de las prioridades junto a otras medidas para hacer frente al alto coste de vida por la inflación de 5,1 % registrada entre abril de 2021 y marzo de este año, la más alta de este año, y el cierre de las brechas de desigualdad de género y sociales.
La agenda internacional primará sin embargo en los primeros días del Gobierno Albanese, que sustituye a la coalición Liberal-Nacional de Socott Morrison tras casi una década en el poder.
Albanese, su futura ministra de Exteriores, Penny Wong, y el equipo económico jurarán el lunes, por adelantado, su cargo en Camberra para permitir que el nuevo gobierno de Australia sea representado el martes en Tokio en la cumbre de líderes de la QUAD, la alianza integrada también por Estados Unidos, India y Japón.
”La reunión de líderes es absolutamente una prioridad para Australia”, dijo hoy Albanese, mientras que el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, quien participará en la cumbre de Tokio, indicó en Twitter que “Australia es un aliado vital, un socio y amigo” de su país.
Tras el viaje, Albanese retornará a un escenario en el que, por el momento, su partido tendría 75 de los 76 que se necesitan para gobernar en mayoría, según datos de la Comisión Electoral.
La coalición liberal-nacional obtendrían 56 curules, mientras que la formación Alianza de Centro y el ultraderechista Partido de Katter obtienen un escaño cada uno.
Los potenciales aliados de los laboristas estarían entre los independientes, con agendas muy vinculadas a las acciones contra la crisis climática, que cuentan con diez escaños, y el Partido Verde, entre uno y tres asientos.
Está por definirse el resto de los 151 asientos que conforman la Cámara de Representantes que se eligieron en estos comicios, junto a 40 de los 76 miembros del Senado, cuyos resultados definitivos pueden demorarse días por el complejo sistema de preferencias electorales.
(con información de EFE)
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