Un “tornado” dejó al menos 30 heridos, “diez de ellos graves”, en la ciudad alemana de Paderborn (oeste), indicó este viernes un portavoz policial a la agencia AFP.
El fenómeno provocó importantes daños materiales en esta localidad de la región Renania del Norte-Westfalia, azotada por la tempestad que surca actualmente el cielo de Alemania después de que se registraran temperaturas anormalmente elevadas.
Un vocero de los bomberos dijo un tornado se produjo también probablemente en Lippstadt, a unos 30 km de Paderborn, sin que hasta ahora se registraran heridos.
El representante de los bomberos dijo además que todos los rescatistas disponibles estaban siendo enviados a Lippstadt. Los videos publicados en las redes sociales mostraron grandes cantidades de escombros volando por el aire, pero no hubo informes inmediatos de heridos.
“Toda la zona del pueblo (...) sufrió graves daños”, dijo el cuerpo de bomberos.
La tempestad ocasionó innumerables destrozos en toda esta región del oeste de Alemania, desprendiendo techumbres y arrancando árboles, indicaron las fuerzas de seguridad.
Las fotos en las redes sociales mostraron también coches volcados.
El tráfico ferroviario sufrió perturbaciones y la policía instó a los habitantes a permanecer en sus casas.
Los servicios meteorológicos habían lanzado alertas de tempestades para el viernes, con ráfagas de viento de hasta 130 km/hora.
Se prevé que las tormentas, que se iniciaron en el oeste, se desplacen hacia en este de Alemania por la noche.
Las escuelas en la ciudad occidental de Colonia cerraron antes del mediodía para que los estudiantes tuvieran tiempo de llegar a casa a salvo antes que las tormentas. Más al sur, en el condado de Ahrweiler, todas las escuelas permanecieron cerradas el viernes.
Más de 130 personas murieron en la región después de que se vio afectada por una inundación repentina en julio de 2021. En ese entonces, los meteorólogos explicaron que se debía a que “masas de aire, cargadas de abundante agua, quedaron bloqueadas en altitud por temperaturas frías que las hicieron estancarse durante cuatro días en la región”.
El resultado fueron precipitaciones intensas, entre el 14 y el 15 de julio, que alcanzaron “100 y 150 milímetros”, lo que equivale a dos meses de lluvias, según la Organización Meteorológica Mundial.
Si bien la región estaba acostumbrada a las fuertes lluvias, éstas fueron “excepcionales, tanto por la cantidad de agua vertida como por su violencia”, comenta Kai Schröter, hidróloga de la universidad de Postdam.
(Con información de AFP, AP)
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