Los australianos comenzaron este sábado a depositar su voto en los más de 7.000 colegios electorales para elegir al próximo primer ministro para los próximos tres años, en unos comicios muy disputados.
Conforme a las últimas encuestas de intención de voto, el partido Laborista, liderado por Anthony Albanese, mantiene una ligera ventaja sobre la coalición liberal-nacional, encabezada por el actual primer ministro, Scott Morrison, que busca su reelección.
Los estados ubicados en la costa este de Australia, que tiene tres diferentes zonas horarias debido a la enorme extensión de esta isla-continente, fueron los primeros en abrir los centros electorales a las 8:00; y que tienen previsto cerrar a las 18:00.
El voto es obligatorio para más de 17,2 millones de australianos en unas elecciones donde se elegirán a los 151 representantes de la Cámara Baja, donde se forma el gobierno, y 40 de los 76 senadores.
Más de 4,6 millones de personas ya han emitido su voto de manera anticipada, mientras que otros 2,7 millones han solicitado el voto postal, ya que en caso de no votar las autoridades imponen una multa de 20 dólares australianos (14 dólares estadounidenses o 13,30 euros).
El gobierno cambió las regulaciones el viernes para permitir que las personas recientemente infectadas con COVID-19 voten por teléfono.
La campaña electoral ha girado principalmente sobre aspectos económicos y el alza del coste de vida, a raíz de la inflación del 5,1% -la más alta en décadas-, además del cambio climático y la política exterior.
Se espera que los resultados se conozcan esta misma noche, aunque no se descarta que se demoren si la contienda es muy apretada.
Albanese dijo que había pensado que Morrison habría convocado elecciones el fin de semana pasado porque se esperaba que el primer ministro de Australia asistiera a una cumbre en Tokio el martes con el presidente Joe Biden, el primer ministro japonés Fumio Kishida y el primer ministro indio Narendra Modi.
“Si obtenemos un resultado claro hoy, quienquiera que sea el primer ministro estará en un avión a Tokio el lunes, lo que no es ideal, debo decir, inmediatamente después de una campaña”, dijo Albanese a la televisión Nine Network.
Los analistas han dicho que Morrison dejó las elecciones hasta la última fecha disponible para tener más tiempo para reducir la ventaja de los laboristas en las encuestas de opinión.
Los laboristas prometen más gastos en el cuidado de niños y ancianos. La coalición promete una mejor gestión económica a medida que el déficit de Australia se dispara debido a la pandemia.
Morrison dijo que si es reelegido, su gobierno generará impuestos más bajos, así como una presión a la baja sobre las tasas de interés y el costo de vida.
Además de hacer campaña contra los laboristas, el conservador Partido Liberal de Morrison está luchando contra un nuevo desafío de los llamados candidatos independientes verde azulado a la reelección de legisladores clave del gobierno en los bastiones del partido.
Los independientes del verde azulado se comercializan como un tono más verde que el color azul tradicional del Partido Liberal y quieren una acción gubernamental más fuerte para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de Australia de lo que proponen el gobierno o los laboristas.
El gobierno tiene como objetivo reducir las emisiones de Australia entre un 26% y un 28% por debajo de los niveles de 2005 para 2030. Los laboristas han prometido una reducción del 43 por ciento.
(Con información de EFE y AP)
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