El ex canciller Gerhard Schröder pierde sus privilegios en Alemania y en la Unión Europea por sus lazos con Rusia

La coalición del gobierno germano tiene previsto despojarlo de su despacho y de su personal de trabajo, mientras que la alianza continental le exige que renuncie a su empleo en Rosneft

El excanciller alemán Gerhard Schröder durante una entrevista con Reuters en su oficina en Berlín, Alemania, 15 de noviembre de 2018. REUTERS/Fabrizio Bensch

El Parlamento Europeo está dispuesto a instar a que se incluya en la lista negra al excanciller alemán Gerhard Schröder, si no dimite como miembro del consejo de administración de la petrolera estatal rusa Rosneft. Al igual que la coalición de gobierno de Alemania tiene previsto despojarlo de su despacho y de su personal de trabajo, por mantener y defender esta larga relación que tiene con Rusia a pesar de la guerra en Ucrania. La relación entre Rusia y el excanciller es lo suficientemente estrecha como para que este invitara al mismísimo Vladimir Putin a una de sus celebraciones de cumpleaños, que se llevo a cabo solo unas semanas después de la invasión rusa de Crimea, al que Schröder trataba de “mi amigo Putin”.

El excanciller, al momento de comienzo de la guerra, se encontraba trabajando para la gran empresa energética rusa, Rosneft y la estatal, Gazprom, con resultados muy lucrativos. Y así han continuado las cosas hasta que la invasión a Ucrania ha enfrentado a Occidente con Putin y Schröder se ha negado a renunciar al millón de euros que recibe al año, por sus cargos directivos en ambas empresas energéticas. Los críticos culpan a Schröder, que como canciller patrocinó la construcción de mas gasoductos, y por lo tanto ha profundizado la dependencia energética de Alemania respecto a un país vecino que ahora se ha vuelto hostil.

Excanciller Gerhard Schröder

Es importante mencionar que el proyecto de resolución que también se aplica a Karin Kneissl, exministra austríaca de Asuntos Exteriores bajo el Gobierno de Sebastian Kurz, cuenta con el apoyo de los cuatro mayores grupos políticos de la asamblea de la UE, pero aún está sujeto a pequeños cambios. El Parlamento “toma nota de antiguos políticos (...) han dimitido recientemente de sus cargos en empresas rusas y exige encarecidamente que otros, como Karin Kneissl y Gerhard Schröder, hagan lo mismo”, dice el proyecto de documento. Esta previsto que el documento se adopte a lo largo de este jueves y por mas de que no es vinculante, este representa una importante presión para que la Unión Europea actúe contra todos los europeos considerados cercanos al Kremlin.

Hasta ahora, la UE ha acordado inmovilizar los activos de cientos de oligarcas y cargos vinculados con Rusia, estas decisiones fueron tomadas como parte de las medidas en contra de Putin por su invasión a Ucrania, pero se ha abstenido de apuntar directamente a los europeos con altos cargos en empresas rusas que se considera que apoyan a la operación militar en Ucrania. Entonces, con este proyecto el Parlamento insta a “ampliar la lista de personas objeto de las sanciones de la UE a los miembros europeos de los consejos de administración de las principales empresas rusas y a los políticos que siguen recibiendo dinero ruso”. El legislador de centro-derecha Markus Ferber, quien ayudó a redactar la resolución, dijo: “al ocupar altos cargos en empresas afiliadas al Kremlin, el excanciller alemán Gerhard Schröder está cooperando estrechamente de facto con Rusia”.

Un portavoz del departamento de política exterior de la UE no hizo comentarios sobre la resolución del Parlamento, pero remarcó que para que las sanciones individuales para ser llevadas a cabo deben presentarse pruebas y la decisión debe ser respaldada por los 27 gobiernos.

De todas maneras, el Partido Socialdemócrata ha abierto un expediente de expulsión, pero tardará años en desarrollarse completamente. Entonces se ha tomado la decisión de desarrollar efectos más a corto plazo, el gobierno alemán ha decidido retirarle los privilegios que le corresponden como excanciller federal, que incluyen una oficina en Unterden Linden y sus empleados, con unos gastos totales el año pasado de 418.531 euros, a cargo del contribuyente. De igual modo, la oficina llevaba ya meses sin funcionar porque el personal había dimitido en bloque después de la invasión de Ucrania.

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