Un tribunal ucraniano ha incautado activos del multimillonario ruso Mikhail Fridman por valor de 12.400 millones de jrivnia (420 millones de dólares), dijo el lunes la fiscal general ucraniana Iryna Venediktova.
La fiscal publicó en Facebook que los activos eran valores en empresas chipriotas que se encontraban en Ucrania. Fridman ha sido sancionado por la Unión Europea como parte de la respuesta del bloque a la invasión rusa de Ucrania.
Fridman, cuyo grupo inversor controla a la cadena de supermercados española DIA y al banco privado más grande de Rusia, dijo en una entrevista que vive “prácticamente en arresto domiciliario” debido a las sanciones que se le han impuesto. El multimillonario que reside en Londres desde 2015 tuvo que ceder su puesto en el directorio del holding LetterOne es uno más de los varios magnates que fueron blanco de todo tipo de sanciones por parte de Occidente en un intento por ahogar al gobierno de Vladímir Putin a través de sus aliados más cercanos.
Sin acceso a sus cuentas bancarias ni a sus tarjetas de crédito, Fridman es uno de los oligarcas que más dan a conocer sobre sus limitaciones cotidianas desde que empezó la invasión de Rusia a Ucrania. Sancionado por el Reino Unido y la Unión Europea y ni siquiera puede acceder a un cajero automático, según sus propias palabras.
“Las autoridades de Gran Bretaña tienen que asignarme una cierta cantidad para que pueda tomar taxis y comprar comida, pero será una cantidad muy limitada si se tiene en cuenta el costa de la vida en Londres”, dijo en una entrevista a el diario El País en marzo. El patrimonio neto de Fridman está estimado en USD 10.400 millones, según datos de la agencia internacional Bloomberg.
Más temprano en marzo, el dueño de Supermercados DIA dijo que presentó una solicitud al Gobierno para poder acceder a unos USD 3.275 dólares al mes para poder afrontar sus gastos cotidianos. La solicitud, hasta ahora, no fue aprobada. Y aún si se la garantizaran consideró que la suma puede no ser suficiente como “para llevar una vida normal sin excesos”.
“No puedo ni llevar a nadie a un restaurante. Tengo que comer en casa y estoy prácticamente en arresto domiciliario”, dijo al diario español.
El arresto domiciliario de Fridman es muy particular. Lo pasa en la finca “Athlone House”, una finca de dos hectáreas y estilo victoriano que compró en 2016 por USD 85 millones.
(Con información de Reuters)
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