El Observatorio Web divulgó la sexta edición de su Informe anual de antisemitismo en Internet, tras el análisis de casi siete millones de publicaciones, comentarios y videos publicados en 2021 a través de Facebook, Twitter, YouTube, Google, y en las plataformas digitales de varios medios de siete países de la región.
La investigación llevada a cabo por el Observatorio Web -una iniciativa conjunta del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que desde 2010 trabaja contra la discriminación en Internet- determinó que “el antisemitismo se mantuvo en niveles estables a lo largo de todo el año” en las plataformas analizadas. Advirtió, a su vez, que grupos antisemitas buscan plataformas alternativas para promover el odio.
Esa tendencia de cierta estabilidad, sin embargo, se revirtió durante el mes de mayo de 2021, en el marco del último conflicto armado entre Israel y el grupo terrorista palestino Hamas. Este hecho tuvo un fuerte impacto en la web, por lo que es uno de los fenómenos relevantes del informe.
En ese periodo (entre el 10 y el 21 de mayo), los investigadores hallaron 30 veces más posteos en Twitter, registrando un incremento de aproximadamente 120.000 publicaciones mensuales promedio a más de 3 millones. Asimismo, el antisemitismo recopilado quintuplicó el promedio mensual de esa red. En Facebook, en tanto, los comentarios fueron seis veces más, y las expresiones antisemitas fueron siete veces superiores al promedio.
En Facebook el promedio anual de contenido discriminatorio hacia la comunidad judía se sitúa en el 7,5%. Durante los días del conflicto armado con Hamas, esa tendencia llegó a 10,37%. En esos 11 días se recopilaron 48.808 de los 94.398 contenidos totales: es decir, un 51,70%.
En Twitter, en cambio, ese fenómeno se constató de manera mucho más marcada: del promedio anual del 8,89%, se disparó a un 19,27%. Durante todo el año, se recopilaron 6.561.432 contenidos relacionados con temáticas judías que generaron más de 67.000 millones de impresiones potenciales en los usuarios. Del total del material recopilado, el 8,89% presentaba contenido antisemita, y un 49,87% contenido negativo.
Lo propio ocurrió al analizar las plataformas de los principales medios regionales, donde el mayor caudal de contenido antisemita se presentó durante el conflicto armado, registrando un pronunciado aumento del 71,27%, en comparación al 33,16% de 2020. Portales de Chile, Uruguay y Panamá fueron los que mostraron niveles muy por encima del promedio.
En 2021, en los resultados de las búsquedas en Google se encontró un leve crecimiento del antisemitismo con respecto al 2020. Por primera vez desde 2018, el porcentaje de ese contenido (4,86% del total recopilado) es superior al promedio histórico (4,48%). En YouTube, por su parte, año tras año disminuye la cantidad de videos antisemitas.
Según los investigadores, el bajo pero sostenido nivel de antisemitismo en Google y YouTube puede explicarse, entre otras cuestiones, a la regulación que implementa Google. Sin embargo, esto trae una consecuencia de suma preocupación. Esto consiste en la migración de usuarios a plataformas alternativas, sin políticas de moderación, como Bitchute y 4chan.
“En los últimos años, producto de muchas cosas que van ocurriendo en Internet, vemos cada vez más con más preocupación una migración de los usuarios de plataformas más grandes con moderación, a plataformas donde hay menos moderación, donde circulan mensajes más fuertes en términos de odio. De hecho en las plataformas más grandes o conocidas, como Facebook y Twitter, tal vez se captan estas personas y se queda el contacto pasando a otras plataformas. Es un fenómeno que se está promoviendo y es importante prestarle atención”, advirtió Ariel Seidler, director de programas del Congreso Judío Latinoamericano, en diálogo con Infobae.
Respecto al rol de las redes sociales y las distintas plataformas, Seidler reconoció que con el correr de los años “fueron asumiendo más esta cuestión”, pero aclaró que todavía hay mucho trabajo por hacer: “Es mucho el contenido que encontramos, hay muchos patrones que se siguen y son muy claros, y fueron comunicados desde distintas organizaciones a las plataformas. Igual no deja de ser un debate, porque entendemos y avalamos la libertad de expresión, pero vemos cómo, a pesar de algunos anuncios respecto a ciertos cambios de políticas, muchos mensajes siguen permaneciendo online y las moderaciones por más que uno denuncie en los canales propios de las plataformas como un simple usuario, estos contenidos no son removidos. Hablamos de contenidos muy violentos, no un contenido de un debate, sino de contenidos como llamar a matar gente o de ese nivel”.
El estudio sostiene que las compañías de Internet han realizado “esfuerzos dispares” para moderar los contenidos que se publican, y que en muchos casos solo reaccionaron tras fuertes críticas de la opinión pública. “En síntesis, el funcionamiento de las empresas del sector repercute en nuestras sociedades y, particularmente, en los discursos de odio y el antisemitismo”.
El 51,70% de todo el contenido analizado por Observatorio web corresponde a publicaciones realizadas durante los días de hostilidades entre el Ejército israelí y Hamas.
Según el informe, ese conflicto “impactó en la imagen de Israel y las comunidad judías de América Latina”. No obstante, si se comparan las escaladas de violencia de 2021 y de 2014, la última “ha sido menos dañina para la imagen de Israel, y con menores niveles de antisemitismo”.
Seidler reconoció a este medio que ese mismo fenómeno fue advertido en los últimos dos meses y medio desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, donde se encontró un aumento de los contenidos antisemitas en publicaciones y redes sociales. Expresiones promovidas, incluso, por los mismo altos funcionarios del Kremlin, como Putin haciendo referencia al concepto de desnazificación, los señalamientos respecto a la condición de judío del presidente ucraniano Volodimir Zelensky, o las recientes declaraciones del canciller ruso Sergei Lavrov, quien afirmó que “Hitler tenía sangre judía”.
“Van sucediendo distintos hechos en la humanidad, y siempre hay personas que encuentran la forma de responsabilizar a los judíos de lo que está pasando. Lo hemos visto en la pandemia, y en el actual conflicto en Ucrania. Quienes promueven el antisemitismo encuentran en cualquier tema público formas de responsabilizar a la comunidad”, rechazó el director de programas del Congreso Judío Latinoamericano.
Respecto a la pandemia de covid-19, el informe asegura que actualizó los discursos antisemitas en las redes sociales: “En los comienzos de la crisis sanitaria, los judíos fueron responsabilizados por la enfermedad y por no cumplir con las restricciones. Luego, se difundieron nuevas conspiraciones en torno a un plan de dominación de la población mundial mediante las campañas de vacunación y los pases sanitarios”.
Frente a este panorama, el Observatorio web indica que diversos Estados se encuentran debatiendo el rol de las redes sociales y los discursos de odio. En el caso de América Latina, cita el ejemplo de Brasil, donde existe un proyecto de ley para prohibir la negación del Holocausto, como sucede en algunos países de la Unión Europea. Por el contrario, “Polonia se encuentra en un claro retroceso mediante la adopción de políticas que son tierra fértil para el revisionismo histórico del Holocausto”. “Este discurso repercute en las redes sociales y da lugar a una mayor circulación de argumentos negacionistas y revisionistas que, al estar ahora amparados por instituciones públicas, devienen en mayores niveles de antisemitismo”.
Seidler indicó que en Europa y Estados Unidos se observan mayores niveles de discursos de odio promovidos por movimientos extremistas. Ante este contexto, instó a la región a redoblar esfuerzos para evitar que ese fenómeno “permee por estas tierras”. Por eso, destacó que la Organización de Estados Americanos (OEA) haya nombrado a su primer Comisionado para el monitoreo y la lucha contra el antisemitismo: “Es novedoso para nuestra región y muy importante que se haya generado ese espacio. Vemos antisemitismo hace muchísimos años con carácter muy fuerte, que cruza toda la región. Podría ocupar ese espacio de cómo trabaja la Unión Europea y a partir de ahí poder establecer mecanismos de trabajo con gobiernos, empresas de internet, y organizaciones como la nuestra para poder trabajar la temática”.
Por último, el informe insta a los Estados a “promover la creación de entornos sin discriminación en todos los aspectos de la vida social, donde Internet se destaca como un espacio de creciente importancia en términos de la cantidad de interacciones que allí suceden”. Y concluye: “La lucha contra el antisemitismo y los discursos de odio en Internet es un desafío que debe ser abordado por una multiplicidad de actores: Estados, empresas, organizaciones de la sociedad civil y los propios usuarios. Internet y las redes sociales nos ofrecen un sinfín de beneficios, pero debemos usarlos con responsabilidad. Desde el Observatorio Web hacemos un llamamiento a cada uno de estos actores, con su respectivo grado de responsabilidad, para que se establezcan consensos de trabajo para la creación de espacios seguros y libres de discriminación en Internet”.
El informe completo:
Infografías: Marcelo Regalado
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