Portugal mantiene congelado desde marzo un inmueble valorado en 10 millones de euros que el oligarca ruso Roman Abramovich tiene en el Algarve (sur) y que se intentó vender dos semanas antes de la invasión a Ucrania, informa hoy el diario luso Público.
El registro de la propiedad del inmueble, que se encuentra en la Quinta do Lago, está congelado desde el 25 de marzo a petición del Ministerio de Exteriores de Portugal.
La alerta saltó después de que el 9 de febrero un ciudadano británico solicitase un crédito de 5 millones de euros para comprar el inmueble, propiedad de Millhouse Views LLC, una sociedad con sede en Estados Unidos.
La operación llamó la atención de la Caixa Geral de Depósitos (CGD), que comprobó posteriormente que la sociedad pertenecía al entramado empresarial de Abramovich y alertó a la Policía Judicial.
El oligarca, con vínculos con el presidente ruso, Vladímir Putin, fue sancionado por la Unión Europea (UE) el pasado 15 de marzo, lo que determina congelar sus activos e impide a los ciudadanos y empresas del bloque comunitario poner fondos a su disposición.
Los sancionados también están sujetos a una prohibición de viajar, entrar o transitar por los territorios de la UE.
Aun así, Roman Abramovich podría entrar en Portugal porque tiene la nacionalidad desde el año pasado, que obtuvo a través de una ley que otorga el pasaporte luso a los descendientes de judíos sefardíes.
La concesión de la nacionalidad al oligarca está envuelta en polémica y bajo investigación, por supuestas irregularidades con los certificados que comprobaban esa ascendencia.
El certificado de Abramovich fue emitido por la Comunidad Israelí de Oporto, cuyo rabino, Daniel Litvak, fue detenido en el marco de esta investigación.
Quién es Roman Abramovich y el peligro de tomarlo como mediador entre Rusia y Ucrania
Roman Abramovich no era simplemente conocido por ser el dueño del club de fútbol Chelsea o uno de los hombres más ricos del mundo. Maria Konstantinovna Pevchikh, jefa de la unidad de investigación de la Fundación Anticorrupción (FBK, por sus siglas en inglés), aseguró que el oligarca ruso “es la razón por la que Putin sigue en el poder”, en medio de la invasión rusa a Ucrania.
“Roman Abramovich es el más fiel y devoto de los oligarcas de Putin. Sus lealtades son muy claras. Apoya incondicionalmente todo lo que hace Putin desde hace dos décadas. Incluso ahora, durante la guerra, está al lado del presidente, aceptando y saludando a sus órdenes”, señaló en sus redes sociales la periodista rusa que se desempeña en la organización sin fines de lucro, con sede en Moscú, establecida en 2011 por el preso político Alexei Navalny.
Además de integrar la larga lista de oligarcas sancionados por Occidente, Abramovich se encuentra en el centro de la escena desde hace varios días por su participación en las negociaciones entre Rusia y Ucrania. Se supo que sufrió síntomas de un posible envenenamiento, los mismos que afectaron a dos negociadores de Kiev. “No tenían la intención de matar, solo era una advertencia”, informó el periodista Christo Grozev, del portal alemán Bellingcat.
Aunque él se encargue de negarlo, el vínculo entre Abramovich y Putin es muy estrecho. El magnate de 55 años forma parte del grupo de oligarcas que se enriqueció a costas del estado ruso desde la llegada de Putin al poder. Siempre, bajo la condición de lealtad y de renunciar a cualquier ambición política. “Hagan lo que quieran, hagan el dinero que quieran, pero no cuestionen mi poder”, fue la orden directa del jefe del Kremlin varios años atrás. Y, por supuesto, parte de esos ingresos deben ir a las arcas del mandatario a través de comisiones o sobornos directos.
(Con información de EFE)
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