Amnistía Internacional pidió a las autoridades rusas que pongan fin de inmediato a sus ataques contra la libertad académica y el derecho a la libertad de expresión en el marco de una campaña en escuelas y universidades que busca limitar las opiniones disidentes sobre la invasión rusa de Ucrania.
“Las organizaciones de la sociedad civil rusa, que en su mayoría se oponen a la invasión rusa de Ucrania, no son las únicas víctimas de la represión interna de las actividades contra la guerra. Las libertades académicas también están siendo eliminadas”, señaló el director interino para Europa del Este y Asia Central, Bruce Millar.
Así, indicó que Amnistía Internacional tiene información sobre profesores que han sido despedidos por sus comentarios en contra de la guerra, así como niños y jóvenes que se ven obligados a participar en actividades probélicas “que impulsan la narrativa del Kremlin”.
Asimismo, la organización indicó en un comunicado que maestros de escuela y profesores universitarios se enfrentan a duras represalias por hablar en contra de la guerra en Ucrania, e incluso algunos han sido encarcelados en arresto administrativo o han tenido que pagar multas por expresar sus opiniones en público.
PROFESORES DESPEDIDOS
En concreto, AI pone como ejemplo a Roman Melnichenko, profesor asociado de la Universidad Estatal de Volgogrado, quien fue despedido el 19 de abril por una “infracción disciplinaria inmoral” que “violaba las normas éticas y morales” tras publicar opiniones antibelicistas en la red social VK.
Otro de los casos es Elena Baibekova, profesora de matemáticas en la localidad de Astrajan, en el sur de Rusia, que fue despedida el pasado 1 de abril, después de que un alumno se opusiera a “las conversaciones políticas” en el aula. Baibekova fue despedida por “ausencia sin permiso” tras el incidente.
AI también ha denunciado el despido de Marina Dubrova, profesora de inglés de la localidad de Korsakov, en la isla de Sajalin, que aseguró durante una clase que la guerra “era un error”. Uno de los estudiantes grabó las declaraciones y, posteriormente, la madre de uno de los alumnos vio el vídeo y la denunció a la Policía.
PROPAGANDA EN INSTITUTOS Y UNIVERSIDADES
Por otro lado, la organización precisó que los escolares también han sido objeto de propaganda de guerra, como la normativa de llamar a la invasión rusa “operación militar especial” y no “guerra”, o las implicaciones de las sanciones contra Moscú.
En su comunicado, AI recoge que el 20 de abril, el ministro de Educación uso, Sergei Kravtsov, anunció que, a partir del 1 de septiembre, todas las escuelas rusas impartirán lecciones sobre las metas y objetivos de la “operación especial de mantenimiento de la paz” en Ucrania.
Asimismo, según el diario ‘Kommersant’, el Kremlin “recomendó encarecidamente” que las instituciones educativas instalen el símbolo de la Z, que demuestra el apoyo a la guerra rusa en Ucrania, en las fachadas de los edificios y en las aulas.
“Los educadores tienen derecho a expresar libremente sus opiniones y enseñar en un ambiente libre de injerencias políticas y sin temor a represalias. La libertad de intercambiar ideas e información de todo tipo entre educadores y estudiantes es intrínseca al desarrollo saludable de las generaciones futuras y la creación de sociedades diversas y vibrantes”, dijo Millar.
Además, dijo que amordazar a docentes y estudiantes “no solo es una violación al derecho a la libertad de expresión, sino también un ataque a los espacios intelectuales y al derecho a la educación”.
“Las autoridades rusas deben detener de inmediato su vergonzosa campaña de adoctrinamiento de niños y jóvenes y dejar de procesar a los educadores simplemente por expresar puntos de vista disidentes”, agregó Millar.
(Con información de Europa Press)
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