Maria Aliójina -una de las integrantes de Pussy Riot, el grupo punk más conocido por su activismo contra el presidente ruso Vladimir Putin- escapó de Rusia luego de que en abril el Kremlin la incluyera en su lista de personas en busca y captura tras haber sido condenada a prisión por ignorar las restricciones impuestas ante la pandemia al organizar una protesta a favor de la liberación del opositor Alexei Navalny y por violar los términos de su arresto domiciliario al quitarse la tobillera de control electrónico.
Según un reportaje del diario The New York Times, Aliójina se disfrazó de una trabajadora de reparto para eludir a la policía moscovita, que había estado vigilando la vivienda de una amiga donde se alojaba. Dejó su teléfono allí para evitar que la rastrearan. Un amigo la llevó a la frontera con Bielorrusia y tardó una semana en cruzar a Lituania.
“Creo que Rusia ya no tiene derecho a existir”, dijo Aliójina a una corresponsal del New York Times que se reunió con ella en la ciudad de Vilnius. “Incluso antes, había preguntas sobre cómo está unida, por qué valores está unida y hacia dónde va. Pero ahora ya no creo que eso sea una cuestión”, contó durante la entrevista, rodeada de otros miembros del grupo, que ahora es un colectivo activista con una docena de integrantes.
Aliójina considera que el hecho de que pudiera salir de Rusia y Bielorrusia es un reflejo de la caótica aplicación de la ley rusa. “Desde aquí parece un gran demonio, pero está muy desorganizado si lo miras desde dentro. La mano derecha no sabe lo que hace la izquierda”, dijo, y advirtió que espera volver a Rusia, pero aún no sabe cómo ni cuándo podría suceder.
Maria Aliójina, nacida en 1988, fue condenada en 2012 a dos años de prisión por vandalismo tras protagonizar, junto a otras integrantes de Pussy Riot, la conocida como ‘oración punk’ en la catedral ortodoxa de Cristo Salvador de Moscú, un espectáculo de protesta en el que corearon ‘Madre de Dios, echa a Putin’.
Medio año después, Aliójina y su compañera Nadezhda Tolokónnikova fueron amnistiadas por el Gobierno ruso, tres meses antes de que se cumpliera la totalidad de su condena. Desde entonces, la integrante de Pussy Riot ha sido detenida en varias ocasiones en Rusia.
(Con información de EuropaPress)
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