Las sanciones internacionales comienzan a surtir efecto en la industria armamentista rusa, que tiene dificultades para reemplazar los misiles guiados que utiliza su ejército en Ucrania debido al embargo de componentes electrónicos impuesto a Rusia, afirmó este lunes un funcionario del Pentágono.
Rusia ha lanzado tantos misiles contra Ucrania que se han quedado cortos “de armamento guiado de precisión y tienen problemas para reemplazarlo”, declaró a la prensa este funcionario que pidió el anonimato.
“Creemos que las sanciones y restricciones a la exportación, especialmente de componentes electrónicos, han tenido un efecto en la base industrial de la defensa rusa”, agregó.
Por eso sobre las grandes ciudades como Mariupol o Kharkiv lanzan bombas no guiadas que no distinguen entre un objetivo militar y un edificio de apartamentos, explicó.
Además, las fuerzas rusas siguen teniendo problemas de aprovisionamiento y disciplina, incluso entre los oficiales que “se niegan a obedecer las órdenes y a avanzar”, dijo.
Frente a la obstinada resistencia ucraniana, la operación rusa en el sur del país “apenas ha progresado en los últimos días”, dijo el funcionario del ministerio de Defensa estadounidense.
En Donbás, “los rusos no han podido lograr ningún progreso significativo”, afirmó, algo que atribuyó a la incapacidad de las fuerzas rusas para coordinar los ataques aéreos y las maniobras en tierra, e incluso el clima que enloda el terreno, lo cual obliga a los tanques a permanecer en las carreteras pavimentadas.
Y “no han resuelto todos sus problemas de logística y mantenimiento”, añadió.
“En la guerra con Rusia todavía no estamos en un impasse, pero estamos cerca. Se piensa que, en las próximas semanas, Ucrania pasará de una postura defensiva a una postura contraofensiva”, vaticinó más temprano Volodymyr Dubovyk, experto en Relaciones Internacionales de Ucrania, durante una sesión virtual informativa organizada por le Embajada de Estados Unidos en Guatemala.
“Los rusos ahora están tratando de atacar, atacar, están a la ofensiva, pero su ofensiva es extremadamente lenta. Se mueven solo un par de kilómetros por día, a veces no lo hacen. A veces toma algunos pueblos y aldeas, y a veces pierden algunos”.
En su opinión, ya no es tanto una guerra cinética con mucho movimiento de tropas de un lado a otro, “sino que se está convirtiendo más en una guerra de trincheras, más en un modelo conocido en el que tienes tus posiciones determinadas durante un período de tiempo determinado”.
“Rusia quiere expandir el territorio que controlan en el Este de Ucrania. Está tratando de ampliar sus fronteras por la fuerza. Si tiene éxito quizás piense ocupar oficialmente este territorio. Lo que ocurre en el sur de Ucrania es de importancia también. Mariupol, una ciudad importante industrialmente, se ha visto objeto de bombardeos durante dos meses y medio. Esto ha sido muy penoso, y aún así no tienen el 100% del control”.
Y señaló que “actualmente Moscú no tiene fuerzas que les permitirían moverse hacia Odesa. Ésa es la evaluación de muchos asesores militares, que Rusia no tiene la fuerza suficiente para llegar; allí lograron lo que lograron y no pueden avanzar y acceder”.
(Con información de AFP)
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