La guerra en Ucrania podría acabar privando al país de una tercera parte de su cosecha anual de trigo con el consiguiente impacto en las exportaciones de la sexta nación por nivel de venta al extranjero, en particular las destinadas a la ayuda humanitaria en otros países en situación de emergencia.
Las conclusiones han sido extraídas a partir de un análisis de imágenes por satélite efectuado por la compañía Kayrros, y recogido por The Guardian. De acuerdo con las conclusiones del estudio, el país solo tiene potencial ahora mismo para producir alrededor de 21 millones de toneladas de trigo, un 23 por ciento menos que el promedio de los cinco años anteriores; porcentaje que aumentará al 35 por ciento si la situación continúa unos meses más, como todo parece indicar.
La crisis de los cereales se ha convertido en tema dominante durante las últimas semanas de la guerra en Ucrania. La semana pasada, el director del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) avisaba de que la guerra ha congelado por completo las exportaciones y ahora mismo 4,5 millones de toneladas de grano “están paralizadas en los puertos y en los barcos del país y no se pueden usar”.
Este viernes, la agencia alimentaria de la ONU repitió su advertencia al exigir la reapertura inmediata de los puertos de la zona de Odesa, en el sur de Ucrania, y así reanudar el tráfico de alimentos en un momento que 44 millones de personas en todo el mundo marchan hacia la hambruna.
Además del bloqueo de puertos persisten los ataques contra las reservas de grano del país. Sin ir más lejos, este sábado, Ucrania ha denunciado la destrucción, en un bombardeo ruso, de un almacén con 13.000 toneladas de semillas de girasol en un almacén de la región de Zaporiyia propiedad de la compañía Optimusagro, según informaron fuentes de seguridad el portal de noticias 1news.
Los precios mundiales del trigo aumentaron un 20 por ciento en marzo, por el impacto de la guerra, así como por la subida de los precios de la energía y los fertilizantes en todo el mundo; costos que ya estaban subiendo antes del conflicto antes de aumentar todavía más por las sanciones energéticas contra Rusia.
La semana pasada, el Ministerio de Política Agraria ucraniano denunció que Rusia robó “cientos de miles de toneladas” de cereales en los territorios ucranianos bajo ocupación militar rusa.
El viceministro de Política Agraria, Taras Vysotski, declaró que las tropas rusas ya han confiscado “varios cientos de miles de toneladas” y manifestó el temor a que incauten también el resto, en declaraciones televisadas citadas por la agencia ucraniana RBC.
Vysotski afirmó que en los territorios bajo control ruso están almacenados un millón y medio de toneladas de grano y señaló que es de esperar que las fuerzas de Moscú incauten la mayor parte de lo almacenado.
Los agricultores de las zonas ocupadas han denunciado que son obligados a exportar su producción a Rusia, según explicó por su parte el ministro de Política Agraria, Mikola Solski, en declaraciones a la televisión ucraniana.
“Es un robo flagrante (...) y está pasando en todas partes en los territorios ocupados. En las dos últimas semanas se ha observado un incremento”, indicó.
Esta exportación podría provocar problemas en los territorios ocupados al tiempo que impulsa a los agricultores a sabotear la producción y negarse a realizar la cosecha.
(Con información de Europa Press y EFE)
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