Las autoridades ucranianas indicaron el sábado que todas las mujeres, niños y ancianos fueron evacuados de la acería Azovstal, último reducto de resistencia frente a las fuerzas rusas en la ciudad portuaria de Mariupol, en el sureste de Ucrania.
“La orden del presidente fue llevada a cabo: todas las mujeres, niños y ancianos fueron evacuados de Azovstal. Esta parte de la misión humanitaria de Mariúpol fue completada”, anunció la vice primera ministra ucraniana Iryina Vereshchuk en un comunicado difundido en redes sociales.
Según Vereshchuk, el último viernes, 50 personas fueron evacuadas de la planta metalúrgica. El Ministerio de Defensa ruso indicó que 11 de ellas eran niños, que fueron sacados de allí en el marco de una operación coordinada con Naciones Unidas y la Cruz Roja.
En el intrincado laberinto de pasadizos subterráneos de la acería y junto a los civiles también están atrincherados los últimos combatientes de la ciudad, pertenecientes al batallón Azov, algunos de ellos heridos.
La ciudad es un estratégico puerto en el mar de Azov y su control es muy importante para Rusia, ya que crearía una conexión entre las zonas separatistas prorrusas del este y la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
Sofocar el último reducto de resistencia en Mariúpol sería además una victoria mayor para Moscú, más de diez semanas después de la invasión de Ucrania.
“Estamos evacuando a tanta gente como podemos”, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, el último viernes, en una videoconferencia organizada por el centro de reflexión Chatham House de Londres. “Mariupol no caerá jamás (...) Está devastada, ya no queda nada, todo ha sido destruido”, agregó.
Oleksii Arestovich, consejero del mandatario ucraniano, denunció que Rusia “intenta liquidar a los defensores de Azovstal e intenta hacerlo antes del 9 de mayo para hacer un regalo a Vladimir Putin”.
Cada año, ese día Rusia celebra con un gran desfile militar en la plaza Roja de Moscú su victoria ante la Alemania nazi en 1945.
Este sábado se llevaron a cabo en la capital rusa los últimos ensayos antes de este desfile, que estará inevitablemente impregnado por Ucrania, donde la intervención militar, que muchos expertos preveían fulgurante, está marcada por las dificultades para Moscú.
Tras haber tenido que retroceder a las puertas de Kiev frente a las fuerzas ucranianas, más virulentas que lo previsto y avitualladas por los países occidentales, los responsables militares rusos concentraron la ofensiva en el este y sur del país.
El discurso de Putin será también la ocasión de dirigirse a los líderes occidentales y de lanzar nuevas advertencias, después de que los dirigentes rusos mencionaran en estas semanas en varias ocasiones la amenaza nuclear.
Paralelamente, las fuerzas ucranianas siguen haciendo frente a las tropas rusas. Un informe publicado por el ministerio de Defensa británico estimó que “el conflicto en Ucrania genera pérdidas en las unidades rusas más capacitadas”.
El sábado, el ejército ucraniano reivindicó en Facebook que había destruido un navío militar ruso cerca de la isla de las Serpientes, en el mar Negro, información no confirmada por Moscú.
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